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Deficit comercial: Informe de la UNDAV advierte sobre el crecimiento de importaciones y deterioro de industria local


01 de noviembre de 2017

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De replicarse el desbalance externo en el último trimestre, el déficit comercial en 2017 será 45% mayor al proyectado según el presupuest

El patrón de crecimiento actual se erige sobre desbalances macroeconómicos graves, cuyo principal síntoma se expresa en un fuerte deterioro comercial y de cuenta corriente. Si bien se observa un rebote en el nivel general de actividad económica, el crecimiento se alimenta en el frente externo mayormente a partir de flujos financieros de corto plazo y acumulación de deuda externa.

La apreciación cambiaria de buena parte de 2016 disminuyó su magnitud, pero se mantuvo vigente todo a lo largo del corriente año. Según las proyecciones plurianuales del proyecto de ley de presupuesto para el año próximo, el dólar ficticiamente barato se sostendrá. Como consecuencia de esto, además de la decisión de flexibilizar la administración selectiva de permisos de importaciones en industrias sensibles, el resultado sigue siendo un franco deterioro en materia comercial.

Para poner en contexto, el informe de la UNDAV, analiza los principales resultados en materia comercial. A tales fines, se ha centrado en el análisis del informe de Intercambio Comercial Argentino, publicado por el Indec. En particular, el foco sobre el desvío respecto de la previsión expuesta en presupuesto, además de realizar un análisis focalizado por rubro, sector agregado y evolución en la coyuntura. En breves términos, los principales resultados cuantitativos del informe se resumen a continuación:

  • En una primera mirada, se observa un nivel de importaciones agregadas creciendo a un nivel exorbitante para los primeros tres trimestres del año, en el orden del 17,7%. En su interior, se destacan bienes de capital (+26%) y de consumo (+18,3%).
  • Respecto de estas últimas, se destaca la consolidación del reemplazo de producción local por importada. Ocurre que las compras de bienes para consumo crecen por segundo año consecutivo, y se estabilizan en el entorno del 13%. En contraste, en 2015 representaban menos del 11% de las compras totales en el extranjero, mientras que el promedio 2011-2015 se ubicaba en torno al 10,3%.
  • Por su parte, sectores industriales sensibles, siguen soportando ingreso de productos desde el exterior, poniendo en riesgo la sustentabilidad de la actividad interna –muchas veces, a precio de dumping. Por caso, en los primeros tres trimestres de 2017, las compras de calzado aumentan 13,1%, mientras que las de indumentaria trepan por encima del 27%.
  • En contraste, las exportaciones presentan un virtual estancamiento respecto de 2016, producto de un avance acumulado del 0,7%. El mismo, se explica por una menor venta de granos y sus derivados, la cual fue compensada por mayores colocaciones del complejo automotor en Brasil.
  • Una porción sustancial del retroceso en ventas de primarios tiene que ver con una baja en la participación de las economías regionales. En el detalle, el complejo del cuero redujo sus ventas al exterior en un 14% en el primer semestre de 2017, el complejo maderero perdió mercados por 18,8% en valores, mientras que el sector lácteo exportó un 41,5% menos (comparado con el primer semestre de 2015).
  •  El efecto conjunto de compras y ventas muestra el déficit comercial más grande desde 1998, medido en base a diversas metodologías técnicas. Resulta sustantivo que se acumulan 9 meses con resultado comercial a la baja, situación que no ocurría desde fines de la década de los '90.

Con todo, de mantenerse en el último trimestre el ritmo de deterioro, el déficit comercial 2017 será casi 45% superior al proyectado según presupuesto.

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