Abrazo simbólico a la UNQ y a la UNAJ en contra del desfinanciamiento a las universidades públicas
13 de agosto de 2018
Alumnos, docentes y no docentes de las instituciones se manifestarán para defender el funcionamiento de ambas universidades. Aseguran que los recortes presupuestarios ponen en riesgo la continuidad de ambas casas de estudios
Este lunes se realizó un abrazo simbólico a la Universidad Nacional Arturo Jauretche, en Florencio Varela, y a la Universidad Nacional de Quilmes que movilizó a miles de personas en la zona sur del Gran Buenos Aires. Los recursos asignados sólo alcanzan para pagar salarios y asumir gastos operativos fundamentales hasta el mes de octubre.
“No queremos que un Gobierno Nacional de turno, por no entender las políticas que necesita el pueblo, pueda desfinanciar una universidad pública y gratuita. Nos mienten diciendo que el pueblo trabajador no puede llegar a la Universidad. Aquí está la prueba de que no es así: casi 21 mil alumnos de los cuales el 78% son primera generación de estudiantes universitarios en su familia, hijos de trabajadores asalariados. Ellos están acá y quieren capacitarse, seguir progresando por ellos y para sus familias. Vamos a luchar por eso, porque estamos absolutamente convencidos que la educación es una herramienta fundamental para el crecimiento de todo el país”, destacó el Intendente Watson.
En su alocución, el Rector de la Universidad Jauretche Ernesto Villanueva, destacó la situación por la que atraviesa la UNAJ: “Estamos viviendo un momento presupuestario tremebundo y horrible. Tenemos que luchar para torcer la situación y asegurar la continuidad de nuestra querida Universidad Nacional Arturo Jauretche”.
Cabe destacar que el desfinanciamiento provocó que se declare la emergencia económica en la Universidad, generó la suspensión de obras fundamentales como la construcción del edificio para laboratorios de Ingeniería denominado “Polo de Desarrollo Local y regional UNAJ, la de los edificios para el Instituto de Ciencias de la Salud, nuevas aulas, infraestructura sanitaria y de energías básicas, ampliación de comedor universitario y biblioteca central.
Además, hay 140 docentes que no perciben sus salarios, el 54 por ciento de los trabajadores no tienen obra social ni aportes y reiteran la necesidad sumar profesores porque la UNAJ registra “la mitad de docentes por estudiante que el promedio de las universidades”.
Voces de la Universidad
Un nutrido grupo de vecinos, estudiantes y docentes se unieron en un solo pedido: defender a la Universidad Pública.
Yanina Sánchez, del barrio La Sirena, estudia enfermería en la UNAJ y es madre de 2 chicos: “nunca pensé en tener la posibilidad de estudiar y hoy soy la primera generación de estudiantes universitarios en mi familia. Me da pena que estemos atravesando este problema en la Universidad. Hoy se hizo escuchar el pueblo, estamos unidos”.
Por su parte, Sergio De Piero, docente de la Universidad, destacó: “estamos en un momento crucial por la falta de presupuesto que asignó el Ministerio de Educación de la Nación al desarrollo de la Universidad. No se trata solamente de los sueldos o el mantenimiento en general, sino la proyección que la universidad tiene en el territorio, para Varela, para Berazategui, para Quilmes y toda la zona. Esto era una necesidad, y los 24 mil estudiantes que hoy están cursando muestran que había una demanda muy precisa respecto de eso. Uno se asombra del nivel de cariño que la comunidad tiene hacia la universidad, porque hoy vemos no solamente a los que estamos acá trabajando o cursando, sino una gran adhesión de la zona”.
Contexto
En el caso de la UNAJ, actualmente los recursos apenas alcanzan para cubrir salarios y gastos mínimos durante dos meses. Esta entidad contiene a 20 mil alumnos y el 80% de ellos es primera generación universitaria.
Además, se estima que 140 docentes no cobraron el segundo cuatrimestre y que más de la mitad de trabajadores no reciben aportes ni cobertura social.
Por su parte, la Universidad Nacional de Quilmes no solo apoyó y participó del abrazo sino que tampoco tiene certezas sobre el alcance de sus recursos. Esto también los llevó a realizar un acto en su sede. Es más, el recorte presupuestario también implicó la paralización de obras y atrasos en el pago de becas de apoyo económico a alumnos e investigadores.