A menos de un año de las elecciones presidenciales de octubre de 2018, el ex presidente Ignacio “Lula” Da Silva lidera las encuestas en Brasil incluso para la segunda vuelta. Con una condena a prisión en primera instancia por delitos de corrupción, duplica en intención de voto a su inmediato perseguidor, el ex militar y ultraderechista Jair Bolsonaro.

El reconocido diario Folha de San Pablo, a través de su encuestadora Datafolha, publicó este domingo la encuesta que le otorga un 34% al ex líder sindical, seguido por Bolsonaro, con 17%; la líder ambientalista y ex ministra de Lula Marina Silva con un 9%, el gobernador de Sao Paulo y referente del PSDB Geraldo Alckmin con un 6%, el ex gobernador de Ceará Ciro Gomes, también con un 6%; Joao Doria con un 5% y el actual ministro de economía Henrique Meirelles con un 1%.

En cuanto a un posible ballottage, el ex presidente saldría airoso ante cualquiera de los rivales medidos. Se impone por 51% contra 33% de Bolsonaro; con 52% contra 30% de Alckim y por 48% contra 35% de Marina. Datafolha realizó 2.765 entrevistas entre el 29 y 30 de noviembre en 192 ciudades, con un margen de error de dos puntos. 

La duda que persiste es si Lula podrá presentarse como candidato dada su delicada situación judicial. En este momento tiene apelado en el Tribunal Federal 4 de Porto Alegre, la condena a 9 años y medio de prisión que le aplicó la Justicia a instancias del famoso Fiscal anticorrupción, Sergio Moro. Si el tribunal superior confirma la sentencia, ¿Lula podrá volver a apelar ante la Corte? ¿Podrá presentarse igual?  Las opiniones se dividen.

La duda no es menor. En la misma encuesta, el ex alcalde de Sao Paulo Fernando Haddad también del PT y cuyo nombre ha sonado como un eventual sustituto para Lula pese a haber perdido la reelección en 2016, quedaría apenas con 3% del electorado. Sin Lula en la cancha, Datafolha arroja a Bolsonaro (21%) en primer lugar con Marina Silva y Ciro Gomes como posibles escoltas, con entre un 12% y 16%. Pero en la segunda vuelta, en cambio, el diputado ultra nacionalista pierde con cualquiera de los dos.

Con una moderada recuperación económica y tras superar las denuncias judiciales en su contra en el Congreso, algunos analistas brasileños se animaron a hablar de que el presidente interino. Michele Temer, intentaría ya sea una reelección o promover un candidato propio de su partido, el centrista PMDB. Las chances parecen ser mínimas. La misma encuesta lo midió a Temer con apenas un 5% de aprobación y 71% de desaprobación y a la candidatura de su ministro de Hacienda, Meirelles, le dio un modesto 1%. 

El Mercado, promotor de las reformas laborales y previsionales que lleva adelante Temer, rechaza la vuelta de Lula, quien desde agosto viene recorriendo el país en un colectivo casi como en campaña electoral. El viernes pasado, el líder del PT dijo que nunca fue un maximalista ni “radical”, pero que no le teme al “Mercado”. “No puedo volver para hacer lo mismo que hice; tengo que hacer más (..) vamos a pelear”, afirmó. También habló de su condición de “favorito” y prometió que, si fuera electo, dejaría sin efecto las medidas del gobierno a través de un “referendo revocatorio”.

No parece entonces estar tan claro el declamado “giro a la derecha” en la región. En Chile, el candidato oficialista de la centroizquierdista alianza Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, tiene chances de doblegar al centroderechista ex presidenteSebastian Piñera en el ballotage del 17 de diciembre. En Bolivia, tras la polémica decisión judicial, el presidente Evo Morales es otra vez candidato y favorito a ser reelecto en 2019. En Ecuador, aunque se rompió la alianza oficialista por cuestiones de poder, no hay hasta ahora un corrimiento a la derecha del presidente Lenin Moreno. En Paraguay aparece con expectativas Mario Abdo Benítez, opositor interno al presidente Horacio Cartes, y en Venezuela, aunque con denuncias de fraude y manipulación de por medio, el chavismo acaba de ganar las elecciones regionales y se prepara a afrontar las presidenciales de 2018 con una expectativa impensada meses atrás.