El Monitor de Clima Social del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM),dependiente de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) , indica que el 60% de las personas entrevistadas en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) afirma que su situación económica es “mucho peor” en relación a un año atrás y el 64% afirma que “no le alcanza el sueldo”.

Así lo determinó el octavo Monitor de Clima Social sobre inseguridades sociales. En todas las variables analizadas -la económica, laboral y alimenticia-, sin excepción, la inseguridad social aumentó respecto al mismo trimestre del año pasado. El informe detalla que el 49% de las personas disminuyeron las porciones de comidas por falta de poder adquisitivo para comparar alimentos y el 30% confiesa haber tenido hambre alguna vez en el último año.

En esta línea, el CEM afirmó que “la crisis de 2018 dejó a alrededor del 60% de la población del AMBA con una situación socio-económica y laboral preocupante: temor a perder el empleo, empeoramiento económico y disminución del poder de compra. En relación a un año atrás, una franja de entre el 15% y el 20% de la población pasó de tener cierta seguridad social a encontrarse inseguro”.

El documento amplía que en el aspecto laboral, el 44% de las personas entrevistadas creen que es "muy probable" o "algo probable" que pierdan su trabajo, mientras que en octubre del año pasado el 30% creían que podían perder su empleo en el corto plazo.

A su vez, el 51% de las personas entrevistadas creen que su situación laboral es “peor” o “mucho peor” que hace un año atrás, el 33% cree que está “igual” y un 15% cree que esta “mejor” o “mucho mejor”. A fines de 2017, era el 35% que consideraba que su situación laboral había mejorado respecto hace un año.

Además, la inseguridad social sobre el poder adquisitivo llegó a su máximo en la serie, hoy seis de cada diez (63%) sostiene que sus ingresos “no les alcanza”, hace un año atrás era el 47% de los entrevistados. En el sur del conurbano esta inseguridad llega al 68%, convirtiéndola en la zona con más dificultades.

Sobre estos resultados, Matías Barroetaveña, coordinador del CEM, analizó que “es necesario que el Estado dinamice la economía movilizando el mercado interno. Obra pública, restricciones a las importaciones, mejora de ingresos y crédito a tasas razonables son el único camino para salir de esta economía especulativa y poner producción y trabajo en el centro de las políticas. De seguir por este camino la pobreza seguirá creciendo y se acentuará la desigualdad”.

Finalmente, la mirada negativa sobre la economía nacional aumentó considerablemente. En octubre de 2017, el 37% afirmaba que la situación era mala o muy mala, y el 28% que era buena o muy buena. Hoy más de la mitad tienen una mirada negativa y sólo el 12% una positiva. En tanto, a la situación económica personal, el 60% afirma estar peor o mucho peor. En octubre de 2017 era el 37%, lo que implica más de un 20% de diferencia.

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