El Gobierno ajusta los últimos detalles del proyecto de legalización del aborto y el Plan de los 1.000 días
09 de marzo de 2020
Uno de los proyectos busca legislar la interrupción del embarazo y el otro garantizar la asistencia estatal a las mujeres de bajos recursos.
El Gobierno enviará esta semana al Congreso un proyecto de legalización del aborto y otro para la puesta en marcha del Plan de los 1.000, este último para garantizar la asistencia estatal a las mujeres de bajos recursos desde el inicio del embarazo hasta los dos años de su hijo o hija, informó hoy a Télam una alta fuente de la Casa Rosada.
Ambas iniciativas serán giradas a un mismo tiempo al Parlamento, donde el proyecto sobre el aborto fue tratado por primera vez el año pasado, cuando la iniciativa fue aprobada en la Cámara de Diputados y rechazada en el Senado.
"Esta semana ingresarán al Congreso ambos proyectos", dijo la fuente respecto a la iniciativa que permite la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 y el llamado Plan de los 1.000 días para garantizar la atención y el cuidado integral de la vida y de la salud de la mujer embarazada y de sus hijos o hijas en los primeros años de vida".
La fuente dijo que la propuesta de los 1.000 días apunta a evitar que se recurra al aborto por el solo factor de la pobreza.
En el caso del proyecto de ley de legalización del aborto, se incluirá la denominada "objeción de conciencia", según adelantó el ministro de Salud, Ginés González García, este fin de semana en declaraciones periodísticas.
La Iglesia católica sostuvo que "no es lícito eliminar ninguna vida humana" y destacó la necesidad de "discernir prioridades" en un país que tiene "altos niveles de pobreza e indigencia", al rechazar la iniciativa en una misa que este domingo congregó gran cantidad de público frente a la Catedral de Luján.
El presidente Alberto Fernández había anunciado el 1 de marzo, en su mensaje ante la Asamblea Legislativa, que el proyecto para la legalización del aborto sería enviado en los "próximos 10 días".
"El aborto sucede. Es un hecho. Y es solo esa hipocresía que a veces nos atrapa, la que nos hace caer en un debate como este", dijo Fernández ante los legisladores.
"Por eso, dentro de los próximos diez días, presentaré un proyecto de ley de Interrupción voluntaria del embarazo que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo y permita a las mujeres acceder al sistema de salud cuando toman la decisión de abortar", agregó.
Acerca de los detalles del proyecto, González García adelantó el fin de semana que se propondrá que el plazo sea hasta la semana 14 de gestación para proteger a "quienes llegan tarde, mal, y no tienen acceso".
"Tenés que darle un par de semanas más porque después de eso no se puede. Esa es la razón, no es una pelea biológica del tamaño del embrión, es un problema de accesibilidad, nada más", enfatizó.
"El proyecto va a ser muy explícito, pero va a tener penas, no sobre la mujer, pero sí con quien cobre, el que salga fuera de la norma, el que lo haga después de las 14 semanas, con el médico que lo haga, el que usufructe económicamente, el que no cumpla con las las causales como riesgo de vida de la mujer o violación", añadió.
Sobre la posición de la Iglesia, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, sostuvo que "no hay que tener miedo a los debates" ni a "las miradas críticas", luego de la misa convocada por la Iglesia en rechazo el proyecto para legalizar el aborto.
"De ninguna manera se le dijo hipócrita a la Iglesia. No hay duda de que la Iglesia está ocupando el rol que le corresponde en el marco comunitario", dijo Gómez Alcorta en declaraciones a Radio Continental.
En la misma sintonía, Victoria Donda, titular del INADI, sostuvo que la "Iglesia tiene una posición histórica y está muy bien que se manifieste" y sostuvo que no habrá "inconvenientes" para su aprobación en el Congreso.
"La Iglesia tiene una posición histórica y estamos en democracia: está muy bien que todos los sectores que se quieran manifestar lo hagan", dijo por radio Futurock, al referirse a la misa de Luján, para luego concluir que su deseo es que haya "una sociedad democrática en la que todos podamos manifestarnos sin imponer a nadie su creencia".
"El tema de fondo fue largamente debatido hace dos años en la Cámara de Diputados y fue aprobado. Espero que no haya mayores inconvenientes. Ahora con una presidencia distinta en el Senado respecto de quien lo hizo hace dos años también espero que salga positivamente", concluyó.