“El objetivo es comenzar a trabajar a la brevedad en la urbanización del barrio y retomar la construcción de las 152 viviendas que empezaron a ejecutarse en 2015, pero que quedaron paralizadas durante la gestión anterior. Tenemos la firme convicción de trabajar para mejorar la vida de los vecinos y vecinas de Quilmes”, aseguró Mayra Mendoza.

El día de ayer Mendoza y Ferraresi habían mantenido un encuentro con el presidente de la Nación, Alberto Fernández y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quienes manifestaron su compromiso con esta obra de urbanización que beneficiará los vecinos y vecinas de Villa Azul. Apenas un día después, se gestionó este encuentro con Bielsa para poner en marcha la urbanización, comenzando por estas 152 casas, que la administración de Cambiemos abandonó y dejó sin terminar.

La situación es distinta en ambos distritos. En Avellaneda este barrio vulnerable en el que ya se registraron 145 casos positivos tiene el 85 % del barrio urbanizado y quedan por hacer 160 viviendas. “La idea es reactivar en el corto plazo la urbanización y darle la continuidad al plan de viviendas que no pudieron darle entre 2015 y 2019”, explican desde el municipio.

Del lado de Avellaneda, Villa Azul contiene hoy a mil familias. En Quilmes, en cambio, la urbanización debe comenzar de cero. Son cuatro mil personas que viven en casillas de madera y chapa y en estructuras de viviendas inconclusas. Se trata de una obra de cerca de 80 casas que en los últimos años de la administración de Martiniano Molina se frenó, lo que dio lugar a una toma de los pocos ladrillos que había por parte de los vecinos. Por eso ahora se la conoce como la zona “La Toma”.

Originalmente, estas obras comenzaron a ejecutarse en 2015, pero hubo un total abandono por parte de las administraciones Provincial y Municipal pasadas, por lo que familias del barrio Villa Azul comenzaron a tomar las viviendas a partir del año 2016. La mayor parte de las tomas se dio en junio del año pasado (2019) cuando las empresas se retiraron definitivamente del lugar por falta de financiamiento. Al día de hoy las obras tienen un avance aproximado del 20 por ciento.

El objetivo es avanzar allí con un sistema de “esponjamiento” en el que se construye una primera etapa de viviendas para trasladar a las primeras familias, se demuelen los alojamientos precarios en donde hoy viven y se utilizan esos terrenos para construir más viviendas sociales para contener al barrio. Con la urgencia de contener el coronavirus y la reactivación de distintas obras públicas que busca el Gobierno, los intendentes Mendoza y Ferraresi, buscarán acordar con Bielsa la firma de convenios para avanzar con este plan de viviendas.

En este sentido, con el apoyo de Nación y de Provincia, en el que ambos Mandatarios les expresaron a los intendentes de Quilmes y de Avellaneda su compromiso con la inmediata urbanización de la Villa Azul, se trabajará para mejorar el barrio, comenzando por estas obras que fueron abandonadas en la gestión de Cambiemos.