Quorum Digital.

El plan económico de Milei puso a industria en crisis: caen los pedidos y el crédito se vuelve inaccesible


24 de septiembre de 2025

Quorum Digital

La última Encuesta de Tendencia de Negocios del Indec revela un alarmante descenso en la demanda manufacturera: más de la mitad de las empresas tiene pedidos por debajo de lo normal. Al mismo tiempo, solo 1 de cada 20 consigue financiamiento, lo que agrava el panorama económico del sector.

La industria manufacturera argentina se encuentra sumida en una espiral de debilitamiento que combina baja demanda, costos crecientes y escapatoria al crédito restringido. Según la Encuesta de Tendencia de Negocios del Indec correspondiente a agosto, el 50,9 % de las empresas manufactureras reportó que sus pedidos están por debajo del nivel habitual — y ese es el cuarto mes consecutivo con deterioro en el indicador. 

El consumo interno aparece como el principal factor que limita la producción, mencionado por el 49,4 % de las firmas. Sin embargo, en esta edición de la encuesta emergieron con fuerza otros problemas estructurales: la falta de acceso al crédito, la incertidumbre macroeconómica y la competencia de productos importados. 

El reclamo por financiamiento es especialmente dramático: apenas el 5,6 % de las empresas dijo tener facilidades para financiarse, mientras que el 32,5 % admitió enfrentar “serias dificultades” para acceder a préstamos. Esa cifra representa un salto notable frente al 19,5 % que se registraba en mayo. 

El contexto financiero tampoco ayuda. Entre julio y agosto, las tasas de interés para adelantos comerciales se triplicaron en muchos casos en medio de la volatilidad cambiaria y la liquidación de instrumentos como las Lefis. Esa combinación de condiciones desfavorables encarece la operatoria diaria de muchas empresas que no pueden sostener márgenes con caída de ventas constantes. 

Las expectativas empresariales tampoco pintan mejor panorama. Solo el 15 % de los consultados espera un repunte en la producción en los próximos tres meses, y apenas el 4 % piensa aumentar su plantilla de trabajadores entre septiembre y noviembre. Además, solo un 11 % confía en que la situación general del sector mejorará en el corto plazo. 

Un sector asediado por varios frentes
Entre los factores que complican la supervivencia de la industria destacan:

  • Baja demanda: sin un estímulo visible al consumo interno, muchas líneas productivas se encuentran subutilizadas.

  • Tasas e imposibilidad de crédito: el elevado costo financiero, sumado a la escasez de instrumentos de apoyo crediticio, estrangula la capacidad operativa.

  • Incógnitas macroeconómicas: la incertidumbre sobre inflación, tipo de cambio y políticas públicas desalienta inversiones.

  • Competencia externa: el avance de productos importados, muchas veces más baratos, presiona precios y márgenes locales.

¿Qué señales dar para revertir la caída?
Para evitar un colapso mayor, el sector requiere decisiones urgentes que apunten a:

  1. Políticas de estímulo al consumo interno, mediante medidas fiscales, subsidios focalizados o alivio impositivo en bienes de primera necesidad.

  2. Mecanismos de financiamiento accesible, con tasas preferenciales para pymes industriales y líneas de crédito garantizadas por el Estado.

  3. Certidumbre macro, con reglas claras en materia monetaria y cambiaria que reduzcan la volatilidad.

  4. Protección regulatoria frente a importaciones desleales, como impuestos a productos que ingresen con dumping o ventajas tributarias excesivas.

La industria nacional está tocando un límite. Si no se actúa con rapidez y coherencia, muchas empresas podrían no llegar vivas a fin de año.

Compartir esta nota en