La fantasía que difundió el martes el Gobierno sobre un "nuevo" FMI que le iba a prestar dinero a la Argentina sin sus clásicas exigencias de ajuste y estabilización macroeconómica, duró menos de 24 horas. 

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, difundió el primer informe de avance de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, a partir de la voluntad de la Argentina de lograr un crédito preventivo para evitar crisis futuras. En el comunicado, conocido apenas su jefe, Marcos Peña, terminó de hablar en conferencia de prensa, el Ministro confirmó que se busca “un acuerdo ‘stand by’” de “alto acceso”.

El “stand by” es una línea de crédito del FMI, que sólo está disponible para los países miembros, y que se otorga bajo estrictas normas de monitoreo del Fondo. ¿Por qué? Porque tiene como objetivo central financiar políticas de Gobierno si, y sólo sí, el Fondo está de acuerdo con lo que tienen que hacer en materia económica. Por eso, es una de las líneas más duras de otorgamiento. A esa línea accedieron, en el último tiempo, Egipto, Honduras, Kosovo, Kenia, Jamaica y Serbia.

De esta forma, el Fondo dio por tierra la expectativa del  equipo económico de que Lagarde no les sume condicionamientos a las medidas económicas ya tomadas por Dujovne y Sturzenegger. Esto solamente era factible con Crédito Línea Flexible (FCL), el tipo de préstamo que el FMI hace a países con una situación macroeconómica sólida y que buscan prevenir los efectos críticos de la volatilidad externa. 

Estos créditos "STAND BY"son el caballito de batalla del FMI fueron la modalidad de asistencia financiera que la Argentina tomó en los años '90. Además de ser condicionados en cuanto a los objetivos a cumplir en materia de reordenamiento macroeconómico, implican una supervisión trimestral de la evolución de las estadísticas. Por ser escalonados, los desembolsos solo se concretan para las partidas que el Fondo respalde y habiendo alcanzados los objetivos intermedios previos. 

"En general, tienen una duración de 12 a 24 meses, y el reembolso debe efectuarse en un plazo de 3¼ a 5 años. Los acuerdos Stand-By pueden usarse para fines precautorios, es decir, el país puede optar por no girar los montos aprobados, y retener la opción de hacerlo más adelante si las condiciones se deterioran. Los acuerdos Stand-By tienen un escalonamiento de giros más flexible y, según corresponda, pueden brindar un acceso concentrado al principio del programa", detalla la web del FMI.