La muerte del Momo Venegas, preocupa a las patronales del campo y al gobierno
28 de junio de 2017
Uatre, la obra social y el vínculo de Fe con Macri
La muerte del dirigente gremial rural Gerónimo “Momo” Venegas dejó un sindicato con cerca de 400 mil afiliados, una obra social con 800 mil beneficiarios y un partido político con personería nacional sin heredero. Ahora, ya sin Venegas, asoman líneas que cuestionan la relacion con Macri y la buena sintonía con las patronales agropecuarias, factores que preocupan a las gremiales del campo.
“El Momo hizo muy importante al gremio, pero no dejó ningún sucesor claro y ahora no sabemos qué puede pasar”, se sinceró un integrante del Comisión Directiva de la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre). “Tenemos varias posibilidades, pero por su estilo Venegas no formó ningún sucesor con capacidad de liderazgo acá adentro”, planteó la misma fuente que pidió mantener la reserva.
En la Uatre post Venegas, la conducción formal del gremio pasó a su segundo, Ramón Ayala, uno de los hombres de confianza del ex secretario general con mandato hasta 2019. Ayala deberá convivir con Juan Carlos Castro, el secretario de Finanzas, que venía manejando el gremio. A esa línea le asoman algunos cuestionamientos que vienen de las seccionales del interior, como Tucumán.
La disidencia tiene como ejes la cercanía con Macri, las patronales del campo, con las que Venegas supo construir una excelente relación luego de su pelea con Néstor Kirchner en 2007, y hasta una vuelta a la Confederación General del Trabajo (CGT). Los que están más cerca de esas posiciones son el secretario de Organización, el rionegrino Carlos Figueroa, y el cordobés Clemente Iriarte. De todos modos, según indagó este portal, están lejos de tener posturas rupturistas.
INCERTIDUMBRE PATRONAL. “Hoy vivimos con gran incertidumbre todo lo que pasa. No tenemos un tipo como era el Momo para sentarnos y negociar”, graficó un representante de la gremial más enfrentada con Venegas en el Registro de Empleados Rurales (Renatre). En una postura similar, Orlando Marino, de Federación Agraria, manifestó la preocupación patronal: “No los veo a los demás tan líderes como él. Está Ayala pero no tiene el consenso que el Momo ni la capacidad de cerrar acuerdos”.
Lo que temen los representantes del campo es que muchos acuerdos se caigan y que la nueva conducción no tenga los contactos del Momo. En ese marco, un sector se entusiasma con la posibilidad de que se revean algunos aumentos salariales en algunas actividades de las economías regionales, como el caso de Tucumán, donde Uatre obtuvo el año pasado un aumento del 31%, muy por encima de la media nacional.
PERDIERON LA FE. El Partido Fe, que Venegas creó sobre la estructura de Uatre, integrante del frente Cambiemos, podría ser la primera víctima de la ausencia del Momo. “La falta del Momo es un golpazo; no sé cómo vamos a seguir”, dijo Carlos “Tato” Brown, vicepresidente de Fe. En los papeles, el cierre de listas ya sin el cacique fallecido fue muy malo para las expectativas del armado que tenía el dirigente. “La verdad es que nos cagaron. Sin él acá negociando se hizo muy difícil. Si tenemosdiez concejales en puestos entrables es una barbaridad”, se descargó un miembro del partido que estuvo negociando las listas en la provincia de Buenos Aires.
En el conurbano, sólo en Avellaneda el partido tuvo peso: logró colocar al segundo concejal, que responde al ex intendente Cacho Álvarez. La diferencia de desempeño en ese distrito se explica más por su presencia que por la generosidad de la lapicera de Cambiemos. Álvarez es una de las pocas figuras opositoras al actual intendente, el cristinista Jorge Ferraresi.
En la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, el representante de Fe recién aparece en el puesto 14, en una posición casi imposible para ingresar al Congreso. Los meses previos a la elección se especuló con que fuera el mismo Venegas quien estuviera en esa lista en los primeros puestos. Sin él en la negociación, el camino fue distinto.
LA “CALENTURA” CON MACRI. En los últimos meses, el Momo tuvo algunos roces con el Gobierno. “Estoy muy caliente, me están incumpliendo”, repitió Venegas en varios encuentros. La lista de reclamos incumplidos es larga. La demora en el reencuadramiento de los trabajadores tabacaleros en Uatre, un reclamo al ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile, por las demoras en el Fondo Especial del Tabaco (FET) son algunos de los puntos. Pero lo que más molestó al ex titular del gremio fue la foto del jefe de Gabinete, Marcos Peña, con la Mesa de Enlace a la que el Momo no fue invitado, además de un reclamo directo a Macri por el encuadramiento de los trabajadores de los silobolsas. Sin embargo, masticaba bronca e insistía en que “este no es un momento para pelear”.
A esa situación se sumaban las diferencias insalvables que el Momo tenía con el presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, que también tenía llegada directa a Macri, el acercamiento del Gobierno con Hugo Moyano, con quien Venegas estaba distanciado últimamente, y la deuda de la nueva APE con la obra social del gremio, que tiene serias dificultades financieras.
De todos modos, antes de partir a Necochea, el Momo se despidió de Macri, con quien había construido una relación personal desde que el kirchnerismo lo convirtió en uno de sus principales adversarios en el sindicalismo.