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Los ejes de la negociación entre el Gobierno Nacional y el FMI


27 de agosto de 2020

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El programa que el Gobierno pondrá en marcha para recuperar el crecimiento de su economía y su capacidad de pago es la clave para cerrar un acuerdo.

Este miércoles, Argentina inició formalmente las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar una deuda de u$s44.000 millonesLas conversaciones girarían en torno a una extensión de plazos en función del programa que el Gobierno pondrá en marcha para recuperar el crecimiento de su economía y su capacidad de pago.

La carta enviada al FMI incluye una fuerte crítica al impacto negativo que tuvieron los términos del acuerdo pasado, que incluyeron un shock de ajuste fiscal y monetario en tiempo récord. El Gobierno planteó que, a pesar de ello, la economía no se estabilizó y la deuda no se volvió más sustentable. Por el contrario, se profundizó la recesión, la inflación saltó al récord en tres décadas y el país terminó en default.

Con ese diagnóstico, Fernández y Guzmán plantean su premisa de negociación: "no es posible la estabilización sin recuperación económica". Es decir, encarar un proceso de ordenamiento de las cuentas públicas, que implique una progresiva reducción del rojo fiscal basada en cierta austeridad pero sin un ajuste en shock.

Esto quiere decir que la política fiscal será una de los ejes centrales de la negociación. La expectativa oficial es que, en el marco de la pandemia, el tradicional rigor del organismo en este aspecto se flexibilice un poco y permita pautar metas de cara al superávit primario pero en el mediano plazo. Por caso, durante la negociación con los bonistas, Guzmán proyectó que Argentina alcanzaría el equilibrio fiscal hacia 2023. Habrá que ver cómo responde el organismo.

Donde no habría tanta permisividad es en la política monetaria. Hasta ahora la emisión del Banco Central fue la gran fuente de financiamiento para el agujero fiscal récord, que rondaría el 7% del PBI en 2020 según las estimaciones oficiales, generado por la ampliación de la asistencia social en el marco de la pandemia y el desplome de la recaudación por la propia coronacrisis.

Un eje central para el Ejecutivo, será ganar tiempo para poder crecer antes de pagar. La misma máxima con la que negoció ante BlackRock y sus aliados. Por eso, buscará extender los plazos de repago de los USD45.000 millones e intentará conseguir un período de gracia de tres años, teniendo en cuenta que el FMI no acepta quitas.

¿Cuáles son los modelos de programa posibles?

El Gobierno tendrá dos modelos de programas del Fondo para negociar: el stand by, que permite ampliar los plazos de tres a cinco años y se basa fundamentalmente en metas fiscales, y el extended funds facilities (facilidades extendidas), que tiene hasta diez años de plazo pero incluye el compromiso de implementación de reformas estructurales, como la previsional, laboral y tributaria.

¿Cuáles serán los tiempos de la negociación?

La intención del Guzmán es encarar una negociación que tome su tiempo y no se cierre en dos semanas, como ocurrió con el acuerdo anterior. Pero tiene un tope: la necesidad de sellar un programa con el Fondo antes de renegociar la deuda con el Club de París, que vence en mayo próximo. Por eso, apunta a cerrar la pulseada con el FMI durante el primer trimestre de 2021.

¿Quiénes estarán a cargo?

Además de Alberto Fernández, que monitoreará la negociación y desplegará sus vínculos geopolíticos para conseguir apoyos en el directorio del organismo, Guzmán será el responsable principal.

 

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