El intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, fue de los pocos mandatarios del peronismo que resultaron victoriosos el fin de semana pasado. La lista apadrinada por el jefe comunal y su padrino político, el senador Luis Vivona, quedó entre las cuatro que más diferencia le dieron al Frente de Todos (junto a José C. Paz, Ezeiza y La Matanza).

La boleta encabezada por Sol Jiménez Coronel, joven aspirante a suceder a Nardini en 2023, sacó más del 47% de los votos.

El frente Juntos, en la vereda opuesta, casi llega al 29% pese al apoyo del ex intendente Jesús Cariglino, el PRO y de Joaquín de la Torre, que intentó imponer al espacio de Facundo Manes en el distrito más industrial del ex General Sarmiento.

Fue Lucas Aparicio quien ganó la interna de Cambiemos. Fue un nuevo golpe duro para el cariglinismo: Aparicio llegó apoyado por el PRO, con el impulso directo del ex presidente Mauricio Macri. Pero su escaso 11% no genera temor de cara a noviembre en el oficialismo de Malvinas. Por delante, Nardini se ilusiona con ampliar todavía más la diferencia a favor del kirchnerismo en su terruño. Para eso tiene en carpeta una intensa agenda de obras, como redes de cloacas.

Vivona, principal candidato a senador bonaerense y armador político clave en Malvinas, sufrió el arrastre de la caída del Frente de Todos: la boleta que encabeza sacó un 35% contra un 40% de Juntos por el Cambio.

Si bien mantendrá su banca en el Senado provincial, la hegemonía que el peronismo tenía en el recinto se ve amenazada si en noviembre se repiten los resultados.

El rol de Vivona en el peronismo del GBA no es menor. En primer lugar, fue padrino político de Leonardo Nardini cuando, en 2015, logró destronar a Jesús Cariglino del municipio después de 20 años. Vivona había sido el histórico archirival político de Cariglino: cuando uno crecía cerca de Alicia Kirchner, el otro salía del Frente para la Victoria y jugaba con el Frente Renovador o el macrismo al mismo tiempo.

En Nardini, Vivona encontró un alfil joven, con perfil diferente al de la tradicional política del PJ bonaerense del ex partido de General Sarmiento, afín al kirchnerismo y con una fuerte impronta de gestión cultural y modernización. Además, en la legislatura bonaerense Vivona impulsó proyectos visibles durante la pandemia, como una ley de donación de plasma para tratar el coronavirus.

Por eso encabezó la boleta de senadores bonaerenses que en estas PASO no pudo superar a las de Cambiemos. En Malvinas, el intendente Nardini y la candidata a primera concejal, Sol Jiménez Coronel, cumplieron con creces la tarea de defender el territorio.

En dos años, si la ley que impide la reelección indefinida se sostiene, Nardini deberá tener algún sucesor para la jefatura comunal. Aunque Jiménez Coronel se perfila para recibir ese bautismo, no sería descabellado que Vivona intente conseguir la intendencia que varias veces le arrebató su némesis Cariglino en el pasado. Todo dependerá del resultado de noviembre, de cómo continúe el armado del Frente de Todos y del impacto que pueda tener la turbulencia de la Casa Rosada y la Provincia en el GBA.