El actual intendente de Quilmes del PRO, Martiniano Molina, es blanco de múltiples críticas al designar a sus familiares, sin experiencia alguna, en cargos importantes. Primero, nombró a su hermano Tomás Molina, quien trabajaba en una empresa de catering, para ocuparse de la Secretaría General de Intendencia.

Luego llegó a un cargo público su padre, Jorge Molina, para encargarse de la dirección provincial de Registro y Fiscalización Sanitaria, área dependiente de la subsecretaría de Gestión y Contralor del Conocimiento, Redes y Tecnologías Sanitarias del ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires pero no pudo asumir por falta de documentación.

No fueron pocos los cuestionamientos que realizó la oposición quilmeña por semejante nepotismo. Además, le achacan al cocinero falta de gestión y desprolijidades en la administración. Sin embargo, Molina hizo oídos sordos y le pidió a su madrastra, Raquel Coldani, para que presida el bloque PRO del Concejo Deliberante. Según fuentes de la localidad, también evalúa que sumar a su gabinete a su esposa y a la de uno de sus hermanos.