El jefe de Gabinete Marcos Peña recibió en su despacho —junto al secretario General de la Presidencia, Fernando de Andreis— al ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo. El motivo: le ofrecieron encabezar la boleta de diputados nacionales por la Provincia de Buenos Aires, con la venia tanto del presidente Mauricio Macri como de María Eugenia Vidal y de Horacio Rodríguez Larreta.

Justo cuando el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, se disponía a plantearle al presidente, en pleno viaje por India, cómo sería su sucesión, Peña apuró la jugada y decidió avanzar con Ritondo.

El candidato de Emilio Monzó para sucesor era el actual viceministro del Interior, Sebastián de Luca, pero Marcos Peña prefirió que lo suceda el encargado de la seguridad bonaerense y así se lo comunicó a Ritondo en la reunión que tuvieron esta tarde en la Casa Rosada.

Peronista de toda la vida, Ritondo es de los pocos dirigentes del PRO que conservan un diálogo fluído con el peronismo y no acompañó la estrategia de confrontación con esa fuerza que empuja la Casa Rosada, sobre todo en las redes y los medios. Su elección no es casual, aunque reelija Macri seguramente seguirá siendo minoría en el Congreso y acaso con un escenario aún más hostil, ya que es muy probable que Cristina Kirchner aumente el número de su bloque. 

De esta manera, la idea es que “después se busquen los votos para que sea presidente de la Cámara de Diputados” y reemplace en la tarea de juntar votos para el Poder Ejecutivo a Monzó.