Semana de los Objetivos Globales: Asamblea General de Naciones Unidas y tópicos imposibles de eludir
18 de septiembre de 2017
Hablar de ciertos temas actuales de gran preocupación, tales como el medio ambiente, pobreza, salud, etc. parecerían ser de gran importancia en las agendas de muchos Estados; incluso, daría la impresión que algunos de éstos son tomados como las palabras políticamente correctas a utilizar, con el propósito de demostrar compromiso con sus propios pueblos y otras naciones.
Estos compromisos los podemos ver plasmados oficialmente ya hace mas de 17 años de manera global en la asamblea extraordinaria celebrada por Naciones Unidas, en donde a través de la Declaración del Milenio, los más de 150 líderes mundiales dictaron y se comprometieron a llegar a ocho objetivos para cumplir como máximo en el año 2015.
Fue una tarea complicada establecer los órdenes de prioridad para estos objetivos, ya que cada uno se encuentra entrelazado al punto de generar un efecto dominó entre ellos; es decir, cada meta a cumplir es condicionada por el punto siguiente o viceversa. Para poder entender mejor esta situación, veamos como los presidentes y primeros ministros que formaron parte de aquella asamblea establecieron esos 8 objetivos y como fueron esos ordenes de prioridad.
1º Erradicar la pobreza extrema y el hambre
2º Lograr la educación básica universal
3º Lograr la equidad de genero
4º Reducir la mortalidad infantil
5º Mejorar la salud materna
6º Combatir el VIH/SIDA
7º Lograr la sostenibilidad ambiental
8º Fomentar una asociación mundial para el desarrollo
Todos los temas son de gran importancia, pero si tomamos como punto base el año en que esa declaración fue propuesta y firmada, podemos observar que ya han pasado más de 17 años, excediendo en casi 2 el tiempo propuesto para cumplirlos. En términos generales, no podemos ver grandes avances desde ese año hasta el día de hoy.
En aquel momento cada Estado readaptó cada Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODMs) según sus necesidades locales sin perder el foco del alcance global de cada uno. En el caso de Argentina se superpuso el 8vo objetivo para incorporar en 4to lugar la meta de “Promover el trabajo decente”.
Queda claro que no se pueden exigir las mismas responsabilidades por sobre los 8 objetivos a la totalidad de las naciones, apoyado sobre la clara evidencia de la existencia de las diversas segmentaciones económicas que penetran en todos los Estados que conforman el planeta.
Ante esta desigualdad, no es de menor importancia el octavo objetivo: “Fomentar una asociación mundial para el desarrollo”, en donde, entre otros desafíos, se realizó un llamamiento a las naciones más desarrolladas a donar un mínimo porcentual de su Producto Bruto Interno (PBI) en carácter de ayuda, para que los países en vías de desarrollo puedan cumplir con los objetivos planteados, como también en carácter de saldo económico respecto a la deuda externa que las mayoría de ellos presentan. La realidad es que este objetivo presentó un crecimiento demasiado bajo, por no decir casi nulo.
Llegado el 2015 y siendo la fecha culmine de esta serie de objetivos, en septiembre de dicho año, y en marco de una nueva asamblea, se planteó una nueva agenda de objetivos al año 2030 en marco a los denominados nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).
Esta vez se amplió el número de metas, pasando de 8 a 17 los objetivos a cumplir. Entre ellos veremos algunos que se encuentran reiterados y otros tantos que se ampliaron como objetivos independientes; no obstante el punto “generar una asociación mundial para el desarrollo” sigue siendo desafiante como punto independiente, y nuevamente volcado al final de una lista (actualmente es el 17mo objetivo) que parece más osada y desafiante que la del año 2000.
1ª Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
2ª Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible
3ª Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades
4ª Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos
5ª Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas
6ª Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos
7ª Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos
8ª Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos
9ª Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación
10ª Reducir la desigualdad en y entre los países
11ª Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles
12ª Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles
13ª Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
14ª Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible
15ª Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de la diversidad biológica
16ª Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles
17ª Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible
Del 16 al 23 del corriente mes se está celebrando la ”Semana de los Objetivos Globales” promovida por el PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) y la Fundación de las Naciones Unidas; reuniendo a personas, gobiernos, empresas, organizaciones internacionales, sociedad civil y otros asociados para abrir la asamblea general de las Naciones Unidas para continuar con los impulsos, ideas y soluciones que están midiendo el avance y promoviendo la rendición de cuentas para la implementación de los ODS.
Eventos como estos, acciones tanto independientes como gubernamentales y campañas de concientización irán viéndose cada vez más seguido de aquí a los próximos años.
Si bien es verdad que las grandes potencias económicas son las que deberían comprometerse y llevar la parte más importante de estos desafíos con acciones concretas, también es real que es responsabilidad de todas las naciones y de todos los ciudadanos del globo que estos nuevos objetivos no queden nuevamente plasmados en complejos documentos, y que en un futuro no solo sean bases de datos y acumulación de estadísticas para consulta.