La ex gobernadora María Eugenia Vidal participó de una charla con dirigentes radicales y se subió a la campaña electoral de cara a las legislativas de 2021 que, pese a los dichos de Duhalde, se celebrarán.

“La pregunta no es solo si podemos volver a ganar, sino si podemos hacer un buen gobierno”, manifestó Vidal y dio a entender que, sea cual sea el armado de Juntos por el Cambio, la tendrá como protagonista.

En ese sentido, la ex mandataria que tras perder sorpresivamente las elecciones contra Axel Kicillof no ocupa ningún cargo público, señaló que es importante sostener el diálogo para afrontar las dificultades de gobernar. “Dialogar requiere mucho coraje, mucho más que confrontar. La confrontación es muy cómoda para hacer política”, definió Vidal.

Kicillof mira las encuestas de reojo. Aunque fallaron en los pronósticos electorales el año pasado, no son iguales ahora que se invirtieron los roles y quien afronta las responsabilidades y debe hacer frente a las demandas del pueblo es él.

Vidal, por su parte, reforzó su agenda social. Ayer participó de la confección de viandas para un comedor del Barrio 21-24, y llamó a brindar asistencia a quienes más lo necesitan en el contexto de la pandemia de coronavirus. Además, arrastra más de un 40% de imagen positiva y es entre la oposición una de las que mejor se posiciona en las encuestas.

La ex gobernadora mantiene su actividad política a través de videoconferencias con dirigentes radicales y PRO de todo el país y, especialmente, de la Provincia.

A través de videoconferencias, mantiene su actividad política en articulación con referentes de la UCR y Juntos por el Cambio. Esta vez, participó de una nueva edición del ciclo “Política en vivo: conversaciones para pensar el hoy”, que conduce el diputado nacional de Juntos por el Cambio, Fabio Quetglas. Lejos del estilo de confrontación de Patricia Bullrich, e incluso del propio Mauricio Macri, evita al máximo la confrontación con el oficialismo y se muestra profundamente autocrítica.

“Nos habíamos empezado a alejar de la gente, a tomar distancia”, reconoció la ex Gobernadora al buscar las causas de la derrota el año pasado. “Hay una parte de nosotros que dejó de escuchar. Fue en los últimos dos años. Sobre todo después de las elecciones de 2017”, indicó. Y le apuntó a dos conflictos sin resolver: el que sostuvo con los docentes, que según ella “fue muy largo. Podríamos haber encontrado un mejor camino de diálogo con los sindicatos docentes”, reconoció; y el de las cárceles bonaerenses. Si bien señaló que realizaron mejoras, aceptó que “no fueron suficientes. Es una situación que se vuelve cada vez más difícil. Es un problema histórico y cada vez más grave”.

Con el apoyo total de Juntos por el Cambio, su imagen positiva, y el desgaste del oficialismo producto de la crisis económica que se agravó por la pandemia de Covid-19, Vidal se ve con chances. “La pregunta no es solo si podemos volver a ganar, sino si podemos hacer un buen gobierno”, lanzó, y le paró la oreja al oficialismo cuando apuntó al consenso “se necesita más que el 50% de los votos. Hay que gobernar con otros”. ¿Habrá una ampliación del frente de Juntos por el Cambio?

Por último, dejó una frase que se puede leer como una advertencia para Kicillof: “Hay un fenómeno del poder que cuando las cosas se ponen difíciles, empezás a caer en las encuestas y la calle la toman los que se oponen a vos, se torna todo difícil. Pero cuando más difícil es, más hay que dar la cara”.

Todavía falta para las legislativas de 2021. Pero Vidal hizo entender que será parte de la campaña. Que la candidata con mejor imagen de la oposición entre en escena, no son buenas noticias para el oficialismo.