El Senado aprobó un proyecto para obligar al Gobierno a aumentar el presupuesto de ciencia y técnica hasta llegar al 3% del PBI en 2030, pero lo hizo con el rechazo de Cambiemos y de este modo será casi imposible que Mauricio Macri no lo vete si Diputados lo convierte en ley.

"Estas metas no son caprichosas. Surgen de los informes y recomendaciones de la propia UNESCO y los Desarrollos del Milenio de las Naciones Unidas. Estamos hablando de un monto que es casi el de un error técnico del presupuesto", defendió la ley el santafesino Omar Perotti (PJ-FpV), su promotor junto al bonaerense Jaime Linares, cercano a Margarita Stolbizer.

"Seguimos con una matriz productiva como el 60. Sólo cambiamos el trigo por la soja y exportamos carne. La transferencia de tecnología es cada vez más grande y se está triplicando cada tres años. Es imprescindible que el país haga estas inversiones", lo apoyó Linares.

Pero en Cambiemos rechazaron imponer mínimos de inversión en ciencia y tecnología como propone el proyecto, que la duplica en 2018 del 0.4% al 0,8 del PBI y la eleva cada año hasta alcanzar 3% del PBI en 2030. 

"El presupuesto en ciencia y tecnología aumentó un 11% respecto a la inflación. No podemos legislar imponiendo una inversión a futuro", explicó Federico Pinedo.

Más precisa fue la radical Silvia Elías de Pérez. "¿A qué funciones le vamos a sacar estos porcentajes? La inversión pública del 3% no está llevada a cabo en ningún país del mundo. En Israel y Finlandia superan esas cifras, pero incluye fondos privados", respondió.

El proyecto se aprobó con 9 votos en contra de Cambiemos y alteró una sesión de acuerdos con decenas de proyectos demorados, un clásico de fin de año pero que Federico Pinedo y Miguel Pichetto prefirieron adelantar. Saben que las elecciones de octubre pueden dejar más heridos de los esperados.

Salidos del cajón

Algunas leyes que avanzaron fueron la extensión por un año de la emergencia a la producción de peras y manzanas en Río Negro y Neuquén, provincias a las que luego se sumaron San Juan, Mendoza y La Pampa.

Y la modificación a la ley para poner en valor la abandonada confitería El Molino, sancionada por el kirchnerismo e ignorada por Rogelio Frigerio. Federico Pinedo (Pro) y Ángel Rozas (UCR) no se preocuparon por su aplicación sin por ampliar su uso a actividades "culturales, legislativas y de difusión de los valores del pluralismo y de la democracia". Los apoyó la camporista Anabel Fernández Sagasti, con algunos retoques.

Sobraron declaraciones como la de Río Tercero, nombrada Ciudad del Deportista, en honor a figuras como la tenista Ivanna Madruga (tenis), el futbolista Claudio "Piojo" López (fútbol), el corredor de autos José María "Pechito" López (automovilismo) y el ex NBA Pablo Prigioni.

El remate de la sesión fue la sanción de los tres representantes de organizaciones no gubernamentales que integrarán el comité contra la Tortura: Josefina Ignacio, de la Asociación Pensamiento Penal; Gustavo Federico Palmieri, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS); y Diego Jorge Lavado, de la Asociación para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos (XUMEK).

Habían sido designados temprano en la bicameral de la Defensoría del Pueblo, presidida por la macrista Marta Varela, quien no tuvo problemas en lograr consenso con su par Juan Manuel Abal Medina (FpV-PJ) y la diputada kirchnerista Diana Conti.