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Diputados logró media sanción al financiamiento universitario y dejó a Milei al borde de otro golpe


06 de agosto de 2025

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La Cámara de Diputados aprobó con una amplia mayoría el proyecto de ley que garantiza una actualización automática del presupuesto para universidades públicas. El oficialismo quedó a un solo voto de evitar los dos tercios, lo que tensiona el vínculo con el Congreso y anticipa un posible veto presidencial. La oposición se prepara para resistirlo.

En una sesión cargada de tensión política y con final ajustado, la Cámara de Diputados aprobó con media sanción el proyecto de Ley de Financiamiento Universitario, que propone una actualización automática del presupuesto para las universidades públicas en función de la inflación. La iniciativa fue respaldada por 158 votos afirmativos, contra 75 negativos y 5 abstenciones, quedando a tan solo un voto de alcanzar los dos tercios necesarios para imponer la ley frente a un eventual veto presidencial.

El resultado configura un duro revés parlamentario para el presidente Javier Milei, en medio de un escenario de creciente desgaste institucional con el Congreso y tras múltiples conflictos con el sistema universitario a lo largo de 2024. El Gobierno, que defendió una línea de austeridad extrema, podría ahora verse obligado a vetar nuevamente una ley con alto consenso político y social, lo que reactivaría el conflicto con el mundo académico.

El proyecto —impulsado por Unión por la Patria y acompañado por bloques como Hacemos Coalición Federal, la UCR, la Coalición Cívica, e incluso parte de Innovación Federal— establece una serie de mecanismos para garantizar el funcionamiento y la sostenibilidad del sistema universitario. Entre sus puntos centrales figuran:

  • La recomposición retroactiva del presupuesto universitario desde enero de 2025 según el IPC acumulado;

  • La actualización automática mensual de los fondos a partir de esa fecha;

  • La convocatoria a paritarias para docentes y no docentes dentro de un plazo de tres meses;

  • La ampliación de las becas estudiantiles, con criterios sociales y de desempeño académico.

El oficialismo, representado por La Libertad Avanza, votó de forma unificada en contra del proyecto, argumentando que representa un compromiso fiscal que atenta contra el programa de déficit cero que impulsa el Presidente. A esa postura se sumó parte del PRO alineado con el Ejecutivo, mientras que el bloque conducido por Cristian Ritondo permitió la libertad de acción, lo que derivó en algunos votos afirmativos y abstenciones.

Para muchos legisladores opositores, la iniciativa no solo busca reparar el recorte presupuestario aplicado en el último año, sino también proteger la autonomía universitaria y blindar la educación pública ante eventuales recortes futuros. El antecedente del veto presidencial a un proyecto similar en 2024 —que derivó en multitudinarias marchas universitarias en todo el país— sobrevoló el recinto durante el debate y refuerza el carácter político de esta media sanción.

El texto ahora deberá ser tratado en el Senado, donde la oposición también buscará reunir los dos tercios para convertirlo en ley y dejar sin margen al Ejecutivo. En caso de que Milei decida vetarlo, como ocurrió el año pasado, la Cámara Baja quedaría a solo un voto de insistir y aprobarlo por encima del veto, una posibilidad que hoy parece más cercana.

La votación de este martes no solo marca un quiebre en la estrategia legislativa del oficialismo, sino que también refuerza el poder de la oposición cuando actúa de forma coordinada. En un Congreso sin mayorías claras, el Gobierno enfrenta cada vez más dificultades para bloquear iniciativas que no controla, y la política universitaria se consolida como uno de los temas más sensibles para la administración libertaria.

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