Diputados: Una sesión que busca poner límites al poder presidencial y escándalos en el oficialismo
09 de octubre de 2025
En una maratónica jornada, la Cámara de Diputados aprobó una batería de proyectos que ponen freno al hiperpresidencialismo de Javier Milei, anulan decretos discrecionales y avanzan en pedidos de interpelación a funcionarios por casos de corrupción. El oficialismo, debilitado y sin control del recinto, anticipó que vetará parte de lo aprobado.
El eje central del debate fue la reforma del régimen de Decretos de Necesidad y Urgencia, una iniciativa que busca acotar el uso discrecional que el presidente ha hecho de ese instrumento. La propuesta obtuvo 140 votos afirmativos y 80 negativos, con el respaldo de casi todo el arco opositor. Entre los puntos principales se establece que el Congreso deberá pronunciarse en un plazo de 90 días sobre la validez de los DNU y que, en caso de no hacerlo, el decreto quedará automáticamente derogado. También se aprobó que una sola cámara pueda rechazar un decreto, revirtiendo el mecanismo actual que exige el rechazo de ambas. Sin embargo, no se alcanzó la mayoría necesaria para incluir el artículo más importante, que exigía la aprobación expresa del Parlamento para que los decretos tengan validez. Esa ausencia obliga a que el proyecto vuelva al Senado, lo que le da a Milei una ventana de respiro institucional. El gobierno ya anticipó que vetará la norma en caso de ser ratificada, una señal más de su resistencia a cualquier control republicano.
Otro punto relevante fue la anulación del artículo 2 del Decreto 681/2025, con el cual el Ejecutivo había condicionado la aplicación de la Ley de Emergencia en Discapacidad a la previa aprobación de financiamiento por parte del Congreso. Con 119 votos a favor, la Cámara declaró nula esa cláusula, dejando sin efecto una maniobra que buscaba dilatar derechos bajo excusas presupuestarias. El voto mayoritario fue una respuesta directa a la política de ajuste que el gobierno viene imponiendo sobre los sectores más vulnerables.
? | @MiguelPichetto : “Aun cuando tenga atribuciones que la ley le otorga, el Poder Ejecutivo no debe usarlas de manera desmedida e irrazonable porque provoca un gran daño a todo el sistema institucional”. pic.twitter.com/A6E44nmgji
— Diputados Argentina (@DiputadosAR) October 8, 2025
La sesión también avanzó sobre varios escándalos que rodean al oficialismo. Se aprobaron interpelaciones a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y al ministro de Salud, Mario Lugones, para que expliquen las denuncias de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), tras la difusión de audios comprometedores del exdirector Diego Spagnuolo. También se citó al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para responder por la gestión de la emergencia en discapacidad y la falta de fondos, y al ministro de Economía, Luis Caputo, para que dé cuenta de las negociaciones con Estados Unidos. Estas citaciones buscan romper el cerco de impunidad con el que el gobierno intenta blindar a sus funcionarios más cercanos.
Otro hecho de alto impacto fue la aprobación, por 215 votos, del pedido judicial para allanar el despacho del diputado José Luis Espert, investigado por presuntos vínculos con el narcotráfico. El Congreso autorizó el registro de sus oficinas y suspendió sus fueros parlamentarios, un hecho inusual que deja al descubierto las tensiones internas del espacio libertario y su creciente deterioro ético.
En paralelo, se aprobó un cronograma de trabajo para el Presupuesto 2026, con reuniones informativas y plazos que buscan evitar una nueva prórroga del presupuesto 2023, lo que significaría otro golpe al manejo discrecional del gasto público que el Ejecutivo ha mantenido desde el inicio de la gestión.
La maratónica sesión concluyó con la designación de la nueva Defensora de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, un gesto institucional en medio de una jornada cargada de tensión política. Pero lo central fue el mensaje que dejó el recinto: el Congreso está decidido a recuperar protagonismo frente a un presidente que gobierna como si no necesitara de la ley ni del consenso.
Lejos de ser una simple disputa parlamentaria, lo ocurrido en Diputados expresa un límite claro al estilo confrontativo de Milei. El avance opositor mostró que la sociedad política no está dispuesta a tolerar un poder que desprecia las instituciones y somete la agenda pública a decretos personales. Si el gobierno responde con vetos y descalificaciones, como ya anticipó, profundizará su aislamiento y su crisis de legitimidad. El Congreso habló con claridad: el país no puede seguir gobernado por un monólogo presidencial.