Por tercer mes consecutivo la aprobación del gobierno de Mauricio Macri sigue cayendo. Un estudio de Managment & Fit  revela que el 40,6% de los argentinos aprueba la gestión del Ejecutivo, mientras que el 45,3% lo desaprueba. Es el resultado del sondeo de opinión sobre 2000 mil casos en todo el país.

La caída se hizo muy pronunciada desde noviembre. Tras las elecciones legislativas del 22 de octubre había llegado a 49,7% de aprobación, el máximo desde enero de 2016, cuando superó la barrera de los 50 puntos. La valoración actual es la más baja desde julio de 2017, cuando el 39,6% aprobaba la gestión. El estudio coincide con los sondeos oficiales, tal como lo reveló Marcos Peña en una entrevista con La Nación. “Tuvimos un alza muy abrupta después de las elecciones y ahora estamos en los niveles de julio de 2017”, sostuvo el Jefe de Gabinete.

Entre quienes aprueban, la mayoría son hombres y mayores de 40 años. Las mujeres son mayoría entre el 14,1% del total de indecisos. El 20,6% de los votantes de Cambiemos en 2015 desaprueba la gestión presidencial. El número es mucho mayor entre los votantes de Sergio Massa (79,2%) y los de Daniel Scioli (82,8%). En la Provincia, existe un curioso porcentaje: un 29,3% aprueba la gestión de María Eugenia Vidal y desaprueba la de Macri.

Ni opositores ni oficialistas dudan que uno de los motivos de la fuerte caída de la aprobación presidencial fue la polémica entreJorge Triaca y la casera de su familia Sandra Heredia, también empleada en el SOMU. El 42,5% considera que fue un hecho de corrupción. El 19,1% lo califica como un descuido personal y un 14,6% interpreta que hubo una utilización mediática por la discusión sindical. Los indecisos al respecto son el 23,7% de los consultados.

El 42,8% considera que el affaire Triaca afectó mucho la imagen de transparencia del Gobierno. El 22,9% considera que incidió “algo”; un 13,3% afirma que influyó poco y un 11,4% está convencido que no afectó en nada.

La inflación volvió a encabezar el ránking de preocupaciones de los argentinos El 17,1% considera que es el principal problema del país en este momento. Muy cerca, casi empatados, le siguen la corrupción (16,6%), la desocupación (16,4%) y la inseguridad 15,7%. Más atrás quedaron la suba de tarifas (12,4%), la pobreza (8,1%), la falta de educación (6,3%) y el narcotráfico (2,8%).

El alza de las tarifas, sin embargo, despierta un rechazo mayoritario. El 40,1% de los encuestados lo considera “innecesario”. El 38,1% considera que es necesaria pero excesiva; solo el 16,3% la aprueba sin fisuras.

El proyecto de Reforma Laboral también genera rechazos entre la mayoría. El 40,2% está en desacuerdo con la iniciativa mientras que un 28% no está de acuerdo, pero tampoco la rechaza.

El 53,4% considera que una eventual reforma beneficiará sobre todo a los grandes empresarios, mientras que solo el 6,1% afirma que los trabajadores serán los más beneficiados.

El pedido de los gremialistas para que no haya techo en las paritarias está muy dividido. El 31,2% de los encuestados está de acuerdo con los referentes sindicales; un 28,7% está en desacuerdo y un 26,5% no la aprueba ni rechaza.

Con este panorama, la imagen del Presidente también se resintió. Hoy ostenta, una imagen negativa del 34,3% y una positiva del 42,5%, lo que todavía le da un diferencial positivo del 8,1%, que lo ubica en el tercer lugar en el ránking de imagen de los dirigentes nacionales. Está muy lejos de la gobernadora bonaerense, que encabeza el podio con el 29,6% de diferencial, seguida por Elisa Carrió (16,3%). Marcos Peña es el único de los dirigentes nacionales del oficialismo con diferencial negativo (-2,4%), aunque está muy lejos de los opositores Sergio Massa (-11,5%) y Cristina Kirchner (-30,2%).