El desempleo avanza: Hay 100 mil trabajadores menos desde el cambio de gobierno
19 de mayo de 2024
En el sector privado registrado hay 63.000 menos, según el SIPA, hasta febrero; si se considera el resultado de la Encuesta de Indicadores Laborales de marzo, serían casi 100.000
En medio del mayor ajuste del gasto en los últimos 30 años, desde que asumió el presidente Javier Milei hasta marzo, la cantidad de trabajadores registrados en el sector privado –el llamado empleo de calidad– cayó en casi 100.000, según datos oficiales.
Al cierre de noviembre pasado, según el Sistema Previsional Integrado Argentina (SIPA) había 6.374.000 trabajadores, mientras que en febrero –el último dato disponible– había 6.311.100. Esto implica que en ese lapso desaparecieron 62.900 trabajadores del sector privado en blanco. La última Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que elabora la Secretaría de Trabajo estimó que en marzo ese segmento del empleo cayó otro 0,5% en el mes, lo cuál sumaría otros 35.555 empleados menos. En total, serían unos 94.455 empleados menos en el período mencionado.
Fuentes del sector del seguro permiten incluso dar una mirada más allá, hasta abril, ya que ven bajas en las cápitas de las Aseguradoras de Riesgo del Trabajo (un símil del empleo registrado público y privado) que cayeron en el primer cuatrimestre, en promedio, un 1,9%.
Los sectores más golpeados son la construcción (-15%), el transporte (-8%) y luego vienen el comercio y la industria, que ven caer mensualmente entre 2000 y 4000 trabajadores. La minería y el agro crecen, mientras los servicios financieros aparecen estables. Los servicios sociales, donde están los trabajadores públicos, muestran bajas de casi 2%.
El trabajo privado registrado está cayendo desde septiembre en sintonía con el freno de la economía en tiempos de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. De hecho, el año pasado el PBI cayó 1,6% principalmente por el efecto de la fuerte sequía. La inflación, que fue de 211,4% (la mayor en más de 30 años) generó además una retracción de 20,2% en los salarios del sector público, 14,7% en el privado y 31% en el privado no registrado (o informal).
Es importante remarcar que casi la mitad de los argentinos tienen un trabajo en negro o son independientes. Por eso, muchos de ellos –los no registrados– no están incluidos en el SIPA. La Cuenta de Generación del Ingreso e Insumo de Mano de Obra del Indec estimaba a fin del año pasado que hay 23 millones de puestos de trabajo en la Argentina. Un poco más de la mitad (11,2 millones) tienen un sueldo en blanco. La otra mitad, en tanto, son asalariados no registrados (5,7 millones) y cuentapropistas (5,9 millones). El SIPA, que es un registro y no una encuesta, estimó que a fines de febrero pasado los trabajadores registrados (públicos, privados, autónomos, monotributistas) eran 13,3 millones.
Los especialistas en el mercado laboral señalan que la caída de 63.000 trabajadores –lo que dice el SIPA sin sumar la EIL– es un dato “significativo”, pero “no inusual” en un contexto de sinceramiento de la economía en el que podían aparecer “empleos redundantes”.
El empleo privado registrado más afectado en los últimos meses es el de la construcción. El golpe está relacionado con el freno casi total a la obra pública por parte del Ministerio de Economía. De hecho, según el Iaraf, la caída de más importante del gasto en los primeros cuatro meses del año fueron las transferencias de capital a provincias (-98,2%) y la inversión real directa (79,7%).
Según los números oficiales de los Indicadores de Coyuntura de la Actividad de la Construcción (ISAC) del Indec, entre noviembre y febrero, se perdieron 48.076 puestos de trabajo en la construcción.
“Si Caputo no frena esta ola de despidos en el sector privado, la Argentina se hundirá en la pobreza”, tituló un comunicado del Frente Renovador que lidera Sergio Massa. En ese informe listó que “FV, la empresa de grifería más grande del país, esta semana suspendió a más de 1000 empleados. El hipermercado Changomás despidió a más de 150 de ocho sucursales alrededor del país. Además, la misma situación se atraviesa en Whirlpool, donde 60 empleados fueron despidos de su planta de Pilar por la caída abrupta en ventas. A su vez, Fate, la fábrica de neumáticos arrojó al mercado laboral a casi un centenar de trabajadores como consecuencia de la pérdida de competitividad exportadora”.