El Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) presentó sus principales candidatos para las próximas elecciones legislativas. Por la provincia de Buenos Aires, quien encabezará la boleta para la banca a senadores será Néstor Pitrola. Mientras que en para diputados va Nicolás del Caño como cabeza de lista, seguido por Romina Del Pla y Juan Carlos Giordano. 

Además, serán candidato a diputado nacional representando a la Ciudad de Buenos Aires, el legislador Marcelo Ramal y Myriam Bregman intentará ir a la Legislatura junto a Gabriel Solano. También estará María del Carmen Verdú. 

“Aunque Cristina esconda al pejotismo, sus listas la integran los mismos que apoyaron las leyes del ajuste macrista en el parlamento y quienes lo ejecutan en las intendencias”, dijo Néstor Pitrola en la presentación de candidatos realizada este jueves en el Hotel Castelar. 

Luego de desafiar a un debate al resto de los posibles candidatos a senadores, Pitrola agregó que “los votos que conquiste el Frente de Izquierda serán un pronunciamiento político y un instrumento de lucha contra los despidos, la precarización laboral, los salarios de miseria, y contra el endeudamiento nacional: una ruta iniciada por Cristina Kirchner y que ahora Mauricio Macri busca perpetuar a 100 años en un acto de colonialismo supremo, que para peor, fracasa”.

En tanto que Del Caño resaltó que el FIT irá en con candidatos en 22 de los 24 distritos que componen el mapa electoral argentino en este elecciones. “Somos una fuerza de alcance nacional muy importante. En la provincia de Buenos Aires nos presentaremos en 101 municipios, con una mayoría de candidatos y candidatas de la clase trabajadora. Es un gran orgullo”, dijo. 

“En estas elecciones el Frente de Izquierda va a buscar conquistar la conciencia política de millones, demostrando que hemos sido la única oposición consecuente al Gobierno de Macri, un Gobierno que ajusta brutalmente a los trabajadores”, agregó Del Caño. 

Al hablar de sus propuestas, Del Caño, anticipo que “ante la situación de desocupación creciente, que en la juventud alcanza a más del 20 %, planteamos una salida anticapitalista: la reducción de la jornada laboral a seis horas, cinco días a la semana, sin afectar el salario y que ningún trabajador cobre menos de lo que cuesta una canasta familiar. Generar trabajo genuino repartiendo las horas de trabajo entre ocupados y desocupados”.