La crisis no detiene: en el último año se perdieron 210.000 puestos de trabajo en blanco
31 de enero de 2019
El trabajo registrado cayó 1,4% interanual. Además, las expectativas de contratación para el próximo trimestre, son muy bajas.
Cuando se conozca el número de diciembre, se confirmará que el empleo registrado total tuvo en 2018 su primera caída anual desde 2012, cuando Trabajo comenzó a publicar datos conjuntos de los sectores público y privado. En los primeros once meses ya se perdieron 210.000 puestos formales, la mayor parte desde mayo, cuando estalló la corrida cambiaria.
La medición desestacionalizada del SIPA mostró que en noviembre 38.100 trabajadores formales quedaron en la calle, lo que marca un retroceso de 0,3% contra el mes anterior. La amplia mayoría de ellos (32.200) eran asalariados del sector privado, que sufrieron su mayor sangría de la serie que se inicia en 2009, tanto mensual (0,5%) como interanual (1,9%). Sólo entre marzo y noviembre ese sector destruyó 136.000 puestos. Un dato más que preocupante porque esa categoría está asociada al "empleo de calidad" y es la que más suele resistir los momentos de contracción económica. La industria, el comercio, la construcción y el transporte fueron las ramas más castigadas.
También se contabilizaron menos monotributistas (0,3% mensual sin estacionalidad), autónomos (0,5%), empleados públicos (0,2%). Mientras que las únicas categorías que compensaron hacia arriba fueron el empleo doméstico (0,4%) y el monotributo social (1,2%).
Luis Campos, del Observatorio del Derecho Social de la CTA-A, vinculó el desplome del empleo a la recesión y dimensionó la magnitud de la caída: "Si el empleo crece por debajo del 1% anual, es decir, del crecimiento vegetativo de la población, no está creciendo. Un decrecimiento absoluto, como el que estamos viendo ahora, es una tragedia para el mercado de trabajo".
Por otra parte, según los datos del SIPA, el salario real privado acentuó su deterioro: cayó 9,4% interanual. La cifra es menor al declive del 13,2% del índice salarial Ripte, que también incluye a los estatales.
Para el cierre de 2018 y el comienzo de 2019, los números son preocupantes. La Encuesta de Indicadores Laborales de diciembre, que realiza Producción y Trabajo entre 3.000 empresas de los principales aglomerados urbanos, señaló que ese mes el empleo privado cayó 0,8% contra noviembre y 2,3% interanual. Además, las expectativas empresarias de contratación para los siguientes tres meses se ubicaron en su valor más bajo desde la crisis de 2009: -0,6%.
El salario quedó 15 puntos detrás de la inflación
Los datos oficiales consignaron que en el mes de noviembre la remuneración promedio fue de $35.065 antes de deducciones, lo que significó un aumento del 34,5% interanual, y quedó 14,5 puntos porcentuales detrás de la inflación. De esta forma, la caída real del salario medio en fue del 9,43% interanual.
Asimismo, la mitad de los trabajadores registrados recibieron una remuneración bruta de hasta $28.652, lo que significó una caída real de su poder de compra del 8,08% internual.
En efecto, la remuneración promedio en el segundo semestre se ubicó en su nivel más bajo desde 2012.