La inflación en el mes de julio bajó a 3,1% mensual de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, luego de anotar 3,7% en el mes de junio producto de la corrida cambiaria.

De esta forma, en los últimos doce meses los precios acumulan un alza del 31,2%. Así julio se convierte en el segundo mes consecutivo por encima de la cota del 29% establecida en el acuerdo con el FMI como el techo a partir del cual Luis Caputo no puede tomar decisiones de política monetaria sin antes informarlas y consultarlas con el Fondo Monetario. No casualmente, el canje de Lebacs del martes no fue anunciado hasta el lunes tras la llegada a Buenos Aires.

En caso de que la inflación interanual llegara a superar el 32% interanual, conforme al acuerdo firmado con el FMI, el Banco Central directamente pierde potestad para tomar decisiones sin la aprobación expresa del organismo multilateral de crédito. Así, la inflación de agosto no puede alcanzar el 2%.  Pero con estos datos se observa que el tercer trimestre arranca complicado para el pronóstico de Caputo de desacelerar los precios al 2% mensual.

Se trata de un guarismo difícil de conseguir a la luz de la tendencia de los últimos tres meses, en particular por la nueva disparada del dólar que llevó a la divisa a dar un salto del 9,5% en los primeros quince días del mes y porque la suba de transporte que entra a regir hoy le agregará a la inflación de agosto 0,3 puntos porcentuales, de acuerdo a estimaciones privadas. Es que para septiembre se estima otros 0,2 puntos porcentuales de incremento en el IPC por causa de la suba del transporte público y otro tanto por la suba del gas y de los combustibles.

Particularmente en julio, impactó fuerte la suba del dólar en el rubro Transporte y comunicaciones (5,2%) por nuevas alzas en los precios de los autos y de los combustibles; y también se notó la suba estacional del rubro esparcimiento (5,1%) seguida en orden de magnitud por el alza de los precios de Equipamiento y mantenimiento del hogar (4,2%), y Otros bienes y servicios subieron (3,9%). "Ambos también son sensibles al tipo de cambio porque incluyen diversos artículos de consumo masivo, aunque en otros bienes y servicios también influyó el incremento de 5% en el precio de los cigarrillos", detalló Tiscornia.

Alimentos y bebidas, con un alza del 4% mensual volvió a ubicarse por encima del nivel general de la inflación. Lo mismo sucedió con la inflación núcleo que trepó 3,2% en julio.

De esta forma, la inflación núcleo -que es la que muestra el comportamiento subyacente de los precios- acumula una suba de 19,7% en lo que va del año y 28,7% interanual.

A modo de referencia, vale la pena recordar que en el tercer trimestre del año pasado la inflación interanual marcaba 24,92%, bajó al 23,33% en el cuarto, y luego del cambio de la meta de inflación comenzó a trepar: 25,27% en el primer trimestre este año, 27,09% en el segundo.

Geográficamente, el impacto de la suba de precios no fue homogéneo. El área del Gran Buenos Aires fue la que menor inflación registró (2,8%), lo que ayudó a reducir el nivel del IPC general  ya que esta región es la de mayor incidencia en su composición. La región que más inflación registró en julio fue Cuyo (3,6%), seguida por el NEA y el NOA (3,4%), la región Pampeana (3,3%) y luego la Patagonia (3,2%).

Por su parte, la Dirección General de Estadística y Censos (DGEC) de la Ciudad de Buenos Aires registró en su IPC-BA que este mes la inflación fue de 2,7%, fogoneada por el alza de los Alimentos y bebidas no alcohólicas (3,3%) y los rubros vinculados al esparcimiento,  Hoteles y restaurantes (4,4%) y Recreación (4,4%). Con lo que en los últimos doce meses los precios acumulan una suba del 31% en la Ciudad.