La pandemia del Coronavirus viene desatando una crisis global sanitaria, económica y social sin precedentes en el último siglo. Las recientes estimaciones Banco Mundial y del FMI pronostican peores caídas que las que estimaban dos meses atrás. Se proyecta una caída de entre el 5% y 6% del PBI mundial, mientras que en Argentina y varios países del mundo, tanto desarrollados como subdesarrollados, se viene proyectando retracciones de entre el 7% y 10% de los productos brutos.

 Los primeros datos de la economía son muy claros: caída del 33,5% de la producción industrial en abril y una contracción de la actividad económica (a través del EMAE) del 26,4% interanual también en abril. Es en este marco que, desde marzo, el Gobierno decidió tomar un rol protagónico en la lucha contra la pandemia del Covid19.

No solo se ha destinado recursos, como nunca antes, para la ampliación del sistema de salud nacional y los provinciales, sino que también se lanzaron programas para mitigar el impacto negativo en las familias y empresas. Entre los distintos programas, se destacan el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), sumado a varias líneas de créditos blandos para empresas y trabajadores, exenciones y prolongaciones impositivas de todo tipo y congelamiento y control de tarifas y precios de consumo

La totalidad de los programas de asistencia que se engloban en ANSES, sumaron 356.606 millones de pesos en los primeros 6 meses del año 2020. Esto equivale a 1,7 puntos del PBI

93,4% de las empresas que accedieron al programa ATP fueron pymes de hasta 25 empleados.

1 de cada 5 argentinos está alcanzado por el IFE. En la Provincia de mayor impacto, llega a cubrir hasta el 27,5% de la población..

Entre 2,7 y 4,5 millones de argentinos y argentinas no caerán en la pobreza producto de la asistencia del Estado Nacional ante la pandemia. Las medidas en estos meses pasaron de cubrir al 61% de menores ingresos de la población, a un 89%.