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La Ley contra barras bravas no obtuvo dictamen por inconsistencias en su redacción


19 de marzo de 2019

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Cambiemos intentó avanzar con un dictamen, pero la oposición criticó varios puntos del borrador y pidió convocar a los actores involucrados.

El interbloque Cambiemos fracasó en su objetivo de avanzar este martes con el dictamen de la ley contra las barrabravas. En un plenario de comisiones con insultos cruzados y discursos picantes, los bloques de la oposición criticaron varios puntos del anteproyecto y pidieron convocar a los actores involucrados.

El debate fue retomado en las comisiones de Legislación Penal y de Deportes presidido por la radical Gabriela Burgos, que imploró “llegar a un consenso en los puntos conflictivos”, pero se encontró con fuertes cuestionamientos y tuvo que mediar más de una vez entre las chicanas de los diputados.

“Quedó más que claro que nadie está de acuerdo con la violencia en el fútbol, y que todos de alguna manera queremos salvar al fútbol. No estamos dispuestos a sacrificar este deporte en nombre de estas organizaciones”, enfatizó la jujeña al inicio de la reunión, que por momentos le costó controlar.

La sucesión de críticas dejó al descubierto la dificultad para llegar a un acuerdo y Burgos dispuso un cuarto intermedio hasta el jueves a las 15. Antes habrá una reunión de asesores, este miércoles a las 14. El plan original de Cambiemos, que ahora tambalea, era votar el proyecto en el recinto el miércoles próximo.

El primero en criticar el proyecto fue el presidente de la Comisión de Deportes, Daniel Scioli. Advirtió que “el Ejecutivo ha puesto un gran énfasis en el agravamiento de las penas” y que “lo que más preocupa” al kirchnerismo son “los aspectos preventivos” y “la concordancia respecto a las penas”.

“El que revolea una botella y hace que se suspenda el partido puede tener una pena de ocho años, lo mismo que un homicidio”, advirtió Scioli, y también se opuso a la penalización de las avalanchas, al señalar “lo dificultoso que puede ser identificar a los individuos que la producen”, teniendo en cuenta que “la misma pasión del fútbol genera esos movimientos en la tribuna”.

También se refirió al tema Facundo Moyano (Red por Argentina). “¿Cómo se determina quién es el responsable de una avalancha?”, se preguntó, y habló de un “tratamiento oportunista” de la ley.

El puntano Andrés Vallone, que responde a Adolfo Rodríguez Saá, indicó: “Todos coincidimos en que las barrabravas son asociaciones delictivas y cuasimafiosas. Este es un tema sobre el que la sociedad nos está pidiendo respuestas. Pero no debemos cometer el mismo error que ya cometimos: apurar el dictamen y no tener la presencia de los principales actores en el plenario”.

“No podemos avanzar sobre una ley de fútbol dándole la autoridad de aplicación al Ministerio de Seguridad de la Nación sin escucharlo”, se quejó Vallone, que también pidió citar a representantes de los clubes. Burgos le respondió que intentó comunicarse con éstos, pero ninguno le respondió.

El macrista Fernando Iglesias encendió la mecha. “Se nota demasiado”, le dijo a los opositores, y tuvo que detener su alocución, porque, según denunció, el camporista Horacio Pietragalla le dijo “forro” fuera de micrófono. “Nos quieren meter otra vez el cuento de la buena pipa. Tenemos un dictamen votado con 201 votos positivos y ninguno negativo. ¡Nunca he visto una cosa igual!”, se lamentó el diputado del Pro.

En otro pasaje, la jujeña Carolina Moisés acusó a Iglesias de tratarla de “tonta”. “¿¡Quién sos vos para decirme tonta!? ¿¡Qué te creés!?”, le respondió al oficialista, que después pidió disculpas. La legisladora del bloque Justicialista retrucó: “Fui presidenta de un club de fútbol (Tiro y Gimnasia de San Pedro de Jujuy) durante seis años. Que un diputado me diga tonta no me afecta en lo más mínimo”.

Moisés redobló la apuesta contra Iglesias. “Hay gente que tiene voz de intelectual, imagen de intelectual, escribe libros, pero tiene cerebro de mono”, le dedicó. La escena se completó cuando el kirchnerista Rodolfo Tailhade tomó una banana del catering, se la comió frente a Iglesias y posó para una foto.

Desde el Frente para la Victoria-PJ, Julio Solanas consideró “una contradicción muy fuerte” tratar esta ley cuando el Poder Ejecutivo dictó el DNU 92/19, que eliminó la Secretaría de Deportes y la reemplazó por una Agencia Nacional.

Carlos Castagneto, del mismo bloque, señaló: “El proyecto de hoy es más malo que el de diciembre. Fuimos para atrás. Viene el Ministerio de Seguridad a presionar para que salga, pero este proyecto no se va a poder aplicar en ningún lugar. Y no llamamos a los actores, no llamamos a los futbolistas”.

“Es una ley para la tribuna, y a nosotros no nos interesa ver cómo salimos mañana en los diarios. Lo que queremos es que nadie más muera por un partido de fútbol”, sintetizó otro kirchnerista, Adrián Grana.

Por su parte, el cordobés Juan Brugge coincidió en que “en el borrador no se corrigieron las deficiencias” y que “no ha habido una mayor apertura a propuestas concretas”. Entre otras cosas, se preguntó “de qué vale aplicarle multas a los clubes si después no lo van a poder pagar y subsiste el problema”.

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