La oposición no consiguió quórum para sesionar por la quita de asignaciones
07 de agosto de 2018
El Peronismo Federal y el kirchnerismo, junto a otros bloques menores, no reunieron el número necesario. También buscaban dar marcha atrás con el decreto sobre asignaciones familiares.
La oposición sufrió un duro traspié en Diputados al no alcanzar quórum en una sesión convocada con proyectos para eliminar el decreto que reduce las asignaciones familiares y el que habilita a las fuerzas armadas a actuar en seguridad interior.
El fracaso fue posible por ausencias variadas en los principales bloques que convocaron a la reunión, que unidos superan los 129 votos necesarios para abrir una sesión. No así para tratar proyectos sin dictamen, que requieren los dos tercios, pero con la sesión abierta los diputados de Cambiemos hubieran tenido que dar la cara. No lo necesitaron.
Se habían comprometido a participar de la sesión el FpV-PJ (65 diputados), interbloque federal (33), el Frente Renovador (21), el Movimiento Evita (5), los 4 puntanos y los 3 de izquierda.
Debían alcanzar para empezar, pero todos fallaron y a las 11.40, con 120 bancas ocupadas, Alfredo Olmedo otra vez se encargó de levantar la sesión. Nunca habían llegado los kirchneristas María Britez (vuelo demorado desde Misiones), el fueguino Matías Rodríguez (había avisado) y Juan Cabandié, que estaba retrasado.
Apareció con la sesión caída el massista Raúl Pérez y nunca se vio a la santiagueña Marina Morales. Mucho menos a los 6 de esa provincia que responden a Gerardo Zamora y suelen ser claves en los poroteos. Martín Lousteau y sus dos aliados (Carla Carrizo y María Villavicencio) volvieron a ser funcionales al Gobierno.
El interbloque federal tuvo muchas bajas: Juan Mosqueda, Mayda Cresto, Melina Delú, Andrés Zottos y Carolina Moises fueron algunas de las sillas vacías. Su presidente Pablo Kosiner, aclaró que insistirán en derogar el decreto que redujo las asignaciones, pese a que el Gobierno lo suspendió por 30 días con un decreto, que permitió calmar a legisladores de Cambiemos.
"Tendrían que haber hecho la revisión antes de tomar la medida", los corrigió y leyó una carta del intendente de San Antonio de los Cobres solicitando no perder el beneficio. También repudió la reforma de las fuerzas armadas: "Si trasladaran los gendarmes que hay en el conurbano a la frontera, no sería necesaria".
Graciela Camaño culpó a Emilio Monzó por no traer a su bloque. "Usted debiera ser el que batiera el bache de la resolución de estos conflictos, por eso le escribí una carta", le recordó.
"Claramente quieren desmantelar las FF.AA., y claramente quieren quedarse con sus pertenencias, con sus tierras, fundamentalmente, porque claramente no son tontos y parece que son una agencia inmobiliaria apropiándose de la tierra pública durante este gobierno", disparó.
El massista José De Mendiguren, viejo líder de la UIA, reclamó la suspensión de embargos de la AFIP sobre esas pequeñas y medianas empresas "al menos mientras dure la recesión" y describió lo que a su juicio es "una caída brutal en los niveles de actividad" y afirmó que la AFIP dispone embargos "por cuestiones formales o muy pequeñas cantidades". No tenía mucha relación con los temas de la sesión.
Nilda Garré, ex ministra de defensa denunció que Patricio Bullrich "quiere poner nuevamente a las Fuerzas Armadas al servicio de la lucha contra el narcotráfico, o el terrorismo, o contra otros temas que hacen a las llamadas nuevas amenazas. En realidad se las está alineando en la nueva versión de la doctrina de la seguridad nacional que tienen hoy los Estados Unidos".
"Las Fuerzas Armadas no están capacitadas, ni deben estarlo, para combatir delincuentes; para eso están capacitadas las fuerzas de seguridad, y no hay porqué mezclar esos roles", sostuvo la diputada kirchnerista.