Las universidades advierten que el gobierno miente sobre los aumentos salariales
05 de agosto de 2024
A pesar del relato del Gobierno, que les atribuye aumentos superiores a los de los trabajadores del Estado Nacional e insiste en hacer el corte temporal excluyendo la megadevaluación de diciembre, los números muestran que el poder adquisitivo se recortó hasta 32,2% de noviembre a julio.
Resulta al menos curioso que en el mismo comunicado termina reconociendo lo que los sindicatos de docentes universitarios, de no docentes, así como las autoridades mismas vienen denunciando: la licuación de los salarios resulta ya insostenible.
Asimismo, continúan asegurando en el Poder Ejecutivo que el problema de las universidades nacionales, por el cual se produjeron masivas marchas en abril de este año, ya está solucionado: los gastos de funcionamiento fueron incrementados 270%.
Sin embargo, es un aumento significativo, para una porción insignificante del presupuesto universitario: menos del 10% del total (8% en lo que va de 2024). La gran mayoría de los fondos (más de 80%) se destinan a salarios. Pero la medida le sirvió al Gobierno en términos políticos: desmovilizó a la comunidad en general, y a la universitaria en particular, y logró postergar, con complicidad de sus aliados, el debate en la Cámara de Diputados sobre diversos proyectos tendientes a garantizar el financiamiento de la educación superior.
Así, mes a mes las transferencias a universidades continúan cayendo en términos reales. En el primer semestre, los fondos recibidos por las casas de estudio fueron 37% menores a los del mismo período de 2023. A su vez, se ubican 36% por debajo del promedio de los últimos 8 años.
— Ministerio de Capital Humano (@MinCapHum_Ar) August 1, 2024
Quienes pagan el peso de este ajuste son los docentes y no docentes universitarios. Desde diciembre, perciben incrementos unilaterales, sin ningún espacio para la negociación colectiva. Así, el primer aumento de la era Milei fue un 6% para diciembre, frente a una inflación que escaló a 25,5% tras la mega devaluación y la desregulación de diversos sectores de la economía. En enero, los salarios permanecieron inalterados, frente a una inflación de 20,6%. Esa profunda licuación está lejos de recuperarse: a julio, los docentes perdieron 23% de poder adquisitivo en relación a noviembre de 2023. En dicho período, la inflación escaló 134,6%, mientras que los salarios universitarios sólo subieron 80,4%.