Macri suspende la construcción de Atucha III como parte del ajuste negociado con el FMI
20 de mayo de 2018
El freno de esta estratégica central nuclear para nuestro país, no sólo enfría un acuerdo nuclear con China y retrasa el desarrollo tecnológico nacional en esta área, sino que afecta a más de 5.000 trabajadores que iban a participar de esta construcción de manera directa
En lo que parece más una movida geopolítica de acercamiento a Estado Unidos que crisis de financiamiento, el Gobierno de Mauricio Macri suspendió la construcción de la cuarta y de la quinta centrales nucleares que estaban pactadas con China. Las obras de la cuarta, Atucha III a instalarse en Lima, Zárate, se consideraban de inicio inminente e iban a generar más de 5 mil puestos de trabajo.
La razón esgrimida es que el Gobierno – que ya endeudó al país en más de 200 mil millones de dólares en 2 años – quiere evitar un endeudamiento de u$s 12.500 millones con China.
En su plan de bajar el déficit fiscal, de cara a un acuerdo con el FMI, el Gobierno negoció con China la suspensión de las obras, que se iban a hacer con un crédito blando del país asiático y con 8 años de gracia para empezar a pagarlo para que Atucha III, cuyo proceso de construcción y puesta en marcha se estimaba en siete años, generara ingresos que permitieran hacer frente a las obligaciones. El monto total de la construcción era de u$s 14 mil millones, de los cuales China iba a financiar el 85%.
La suspensión de los planes nucleares fue confirmada por fuentes de la Cancillería y también de la Jefatura de Gabinete. “Por ahora todo suspendido, se evaluará más adelante”, dijeron cerca del vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui.
La noticia cayó como una bomba en la zona de Zárate, donde esperaban verse beneficiados con la reactivación económica de la construcción, y también en Neuquén, donde la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito, de mil empleados, sobrevive por meses sin producir y sus expectativas estaban puestas en la cuarta central, que iba a funcionar con agua pesada. “
Caída la cuarta central, la única posibilidad de producción de agua pesada que tiene PIAP son las 300 toneladas para reposición. Eso va a ser lo último que produzca, porque no hay otra demanda. Tampoco hay mercado internacional”, mostró su preocupación el ministro de Energía neuquino, Alejandro Monteiro, en declaraciones al diario Río Negro.
Queda esperar que repercusión tendrá la cancelación en el resto de los tratados firmados con China, entre los que se incluye un swap en yuanes para asegurar reservas del Banco Central. Al inicio de su gestión, Macri ya había suspendido otro tratado para construir las represas del Río Santa Cruz y la presión china lo obligó a volver sobre sus pasos.