Es inevitable. La Gobernadora María Eugenia Vidal decidió limitar proyectos de obra pública ante la necesidad de bajar el déficit fiscal, uno de los requisitos supremos interpuestos por el Fondo Monetario Internacional.

Si bien no trascendió cuáles serán específicamente, lo cierto es que desde Casa de Gobierno se rindieron ante los pedidos de la Nación y finalmente deberán bajar la intensidad de lo que hasta ahora fue su caballito de batalla.  

Según trascendió en los medios nacionales, el ajuste por el que se pulsea con la administración nacional tendrá un impacto en la Provincia de entre $30.000 y $50.000 millones. "El límite es que la provincia siga siendo viable", dijo a La Nación una fuente de primera línea del gobierno de Vidal, mientras se negocian el traspaso de empresas eléctricas y de agua y la transferencia de subsidios al transporte.

"Nunca voy a estar peor que en diciembre de 2015, cuando no había plata para pagar los sueldos", aseguran que dijo la mandataria a sus más íntimos, ya resignada a ajustar.

Es que hasta último momento, desde la Provincia negaron que fueran a recortar la obra pública para el próximo año y reiteraron, una y otra vez, que los proyectos que ya estaban en marcha no se iban a frenar.

Ahora la historia es otra. Mientras Vidal y Horacio Rodríguez Larreta negocian mano a mano con la Casa Rosada por el Presupuesto 2019, los altos funcionarios de calle 6 reconocen que algunas pueden llegar a “demorar más”. 

Como contrapartida, desde el Ejecutivo adelantaron que se llevarán adelante más y nuevas medidas a modo de “parche” anti-crisis. Por ello, se hará un refuerzo a los planes sociales, que seguramente se anunciará en los próximos días, para "asegurar el tema alimentario entre los más pobres, que es el sector donde más pega la inflación".

El plan incluye a los ya anunciados descuentos de hasta el 50% con tarjetas del Banco Provincia en supermercados y un trabajo en conjunto con el Ministerio de la Producción nacional para facilitar las condiciones de trabajo de las PyMEs.