Un informe elaborado por el Frente Renovador reveló que el Gobierno gasta 205 millones de pesos por año para escrachar a opositores y figuras críticas de la Casa Rosada y señala al jefe de Gabinete, Marcos Peña, como “el cerebro en las sombras” de cuatro grandes estructuras financiadas por el Estado.

“Cada vez que alguien critica al gobierno se convierte en víctima del troll-center. Los coordinadores definen una línea de escrache, los trolls preparan materiales y coinciden en una fecha y una hora para salir todos juntos a destruir al objetivo en redes sociales”, señala el informe elaborado en las oficinas de Graciela Camaño.

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La jefa del bloque del Frente Renovador mencionó el tema en el discurso de cierre que hizo frente al jefe de Gabinete, quien este miércoles concurrió a la Cámara de Diputados a dar su informe de gestión. Luego le entregó a Peña una carpeta con el estudio pormenorizado, que señala con nombres y apellido a quienes “organizan los escraches contra (Marcelo) Tinelli, (Sergio) Massa, periodistas y cualquiera que critique” al Gobierno y denuncia que “forman parte de una sofisticada estructura y viven de contratos con los gobiernos de Cambiemos”.

“En esto se gastan 205 millones de pesos por año, contratando trolls que inscriben formalmente como empleados públicos”, dice el estudio que apunta, entre otros, contra Lucho Bugallo, Carlos Correa Arias y Nazareno Etchepare, tres asesores de Elisa Carrió que fueron en su momento “los impulsores del #Cacerolazo convocado por las redes sociales contra el gobierno de Cristina”. A ellos se suman Mariana Torres y Marcelo Moran, ambos trabajando originalmente bajo el mando de Patricia Bullrich y su partido porteño

Además, señala a Guillermo Riera como el jefe operativo del sistema. Riera fue digital media manager del diario La Nación, militante de la Ucedé y su empresa, G-Digital SA, obtuvo contratos millonarios de la Ciudad para realizar “difusión de actos de gobierno”. Asumió una semana después que Macri como jefe de la Subsecretaría de Vínculo Ciudadano. Manejó un equipo de 40 personas y un presupuesto de 163 millones de pesos anuales para reaccionar sobre los temas que perjudican al Presidente.

Según detalla el informe, el método utilizado para los ataques combina la acción de cuentas personales de referentes políticos, trolls (cuentas cuyo registro violento bloquea el debate y desvía la conversación), bots (cuentas parcial o totalmente automatizadas en sus interacciones) y seguidores regulares. En algunos de los casos que el informe documenta, los voceros oficiosos, los formales y los informales, difundieron información falsa (fake news) atacando a personas defensoras de derechos humanos y periodistas. El objetivo de las cibertropas es generar acciones con el fin de producir algún efecto en la opinión pública, en la circulación de la información o en la persecución de opiniones críticas.

Ya en marzo, un informe de Amnistía Internacional había alertado sobre el acoso a periodistas y a defensores de los derechos humanos desde cuenta oficiales y había descripto las maniobras como “trolling” o “efecto carroña”.

FUENTE LETRAP