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El gobierno presiona a los laboratorios con la apertura de la importación de medicamentos


21 de marzo de 2018

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Los laboratorios nacionales acaban de comunicarle al Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP) que no aceptan la renovación del contrato para la provisión de medicamentos al PAMI, la obra social de los jubilados y pensionados, en los términos que pretende el Gobierno.

Se trata de una fuerte pelea económica. El Gobierno quiere que el PAMI renegocie su contrato con los laboratorios con un sistema de "precios ponderados" para los remedios, es decir, un promedio entre todas las marcas, tamaños y presentaciones de un medicamento, lo que en la práctica significaría tener precios de referencia más bajos.

Los laboratorios, en cambio, hablan de "precios máximos" y rechazan la pretensión oficial. Así lo hicieron saber en la carta que enviaron al INSSJP esta mañana a manera de respuesta al ultimátum que ese organismo les había enviado a las cámaras sectoriales.

En concreto, la carta que envió esta mañana la Cámara Industrial de Laboratorios Farmaceúticos Argentinos (CILFA) al director ejecutivo del INSSJP, Sergio Cassinotti, dice que "los laboratorios están dispuestos a hacer un esfuerzo económico adicional a fin de contribuir a mejorar la situación financiera y económica del INSSJP como así también contribuir a disminuir el gasto en medicamentos de los afiliados al INSSJP". A continuación detallan un menú de descuentos adicionales sobre determinados tipos de medicamentos.

Las autoridades les habían dado un plazo de 36 horas a los laboratorios para que respondan si aceptan o no las condiciones con las que intenta renovar el contrato, que vence el 31 de este mes.

El Gobierno busca un ahorro para el PAMI, principal comprador de remedios del país, que sería de $6500 millones por año.

Además de los precios ponderados, el INSSJP pidió una serie de descuentos que los laboratorios estarían dispuestos a aceptar. Pero con el rechazo del sistema de precios, se abre un interrogante sobre qué sucederá con el abastecimiento de medicamentos a los afiliados al PAMI. De todos modos, voceros de la entidad llevaron tranquilidad ante la consulta de este diario. "Fijate lo que pasa todos los años. Nada. El año pasado el convenio vencía el 31 de enero y se firmó el 1º de abril. Y en 2016 pasó otro tanto. Es grave estar metiendo terror a los jubilados. No van a desaparecer los remedios de las farmacias porque no se firmó un papel. Estamos hablando de una prórroga de un contrato", señaló una fuente del PAMI.

¿Por qué entonces se endurece tanto la posición oficial?

Por un lado, el Gobierno tiene una preocupación lógica por el nivel de precios en los remedios, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de medicinas consumidas por el sector pasivo. Pero en la otra esquina está decidido a jugar fuerte contra otro polo de poder simbólico que es incluso más visible que la pelea con los industriales. Tiene una idea y herramientas con la cual lleva a cabo una serie de presiones con un rubro que, de todos modos, lejos está de ser una pyme o una carmelita descalza.

Hace unos días, el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, se vio con empresarios del sector y contó como al pasar que había en marcha una licitación para traer a la Argentina Factor 8, un medicamentos para la hemofilia. “Puede llegar bastante más barato”, aseguró en el marco de una charla convencional. Como por goteo, el Gobierno fue dejando pistas que inquietaron a la producción nacional. El hombre fuerte de la estrategia es Gustavo Lopetegui, que enrocó con Mario Quintana en el control a los laboratorios. Por su pasado en la línea aérea LAN, Lopetegui tomó los temas de salud que incomodaban a Mario Quintana, el creador de Farmacity. Ambos hoy comparten la segunda línea del Gabinete debajo de Marcos Peña. Es esa la usina donde se cocinan las disputas, las batallas que el Gobierno viene capitalizando con éxito ante la opinión pública. Este modelo de licitaciones para importar está en la cabeza del oficialismo desde el inicio del Gobierno, cuando los funcionarios ponían sobre la mesa ante el desboque de los precios la posible compra al exterior (La India y China), de remedios. Si bien el Gobierno lo utiliza como herramienta de confrontación, el esquema sería radicalmente opuesto al sistema actual. Hoy cuando PAMI compra remedios, la logística hacia las farmacias la hacen los propios laboratorios. Ergo, la labor es casi compartida. Con las licitaciones habría una modificación que trastocaría el orden establecido, poniéndole más pimienta al tema. Pero todo es posible: en Balcarce 50 entienden que los laboratorios son el sector con peor imagen dentro de las empresas, y que el flanco es fácilmente capitalizable. Tanto es así que los Lopetegui boys ya avisaron que si los precios no bajan pondrán en marcha el plan (por Guillermo, el ex secretario de Comercio K) “Moreno”, basado en aplicación de la Ley de Abastecimiento e investigaciones de parte de Defensa de la Competencia.

Esta idea oficial de confrontar con sectores del Círculo Rojo con imagen negativa es una idea de Gabinete que cuenta con la anuencia de Macri. Información le sobra: Comercio tiene estudiadas todas las cadenas sectoriales, sabe casi al instante quién forma precios y dónde está la parte del león. Una disputa que promete más capítulos.

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