La cámara de Senadores aprobó la ley corta de telecomunicaciones, que permite a Telefónica y América Móvil (Claro) brindar televisión satelital desde julio de 2020 y completar el servicio de cuadruple play. 

Lo consiguió con 46 votos a favor y 11 en contra, sólo los del bloque de Cristina Kirchner, el dúo de progresistas (Fernando Solanas y Magdalena Odarda) y la puntana María Eugenia Catalfamo. Su jefe Adolfo Rodríuguez Saá se sumó a una larga lista de ausentes.

No aparecieron para votar los federales Juan Caros Romero, Carlos Reuteman, los macristas cordobeses Laura Rodríguez Machado y Ernesto Martínez y los justicialistas Dalmacio Mera, Carlos Caserio y José Mayans, entre otros. 

El kirchnerismo y el progresismo votaron en contra, pero hubo muchos ausentes. Pichetto advirtió que si en 2 años no Telefónica y Claro no extienden fibra óptica la ley podría considerarse. 

El proyecto fue trabajado durante dos meses en la Comisión de Sistemas y Medios, tuvo varias modificaciones en su dictamen, pero no parece haber conformado a todos.  

entre las modificaciones, se retrasó el plazo a cuatro años para que las grandes compañías puedan desembarcar con el cuádruple play en el interior, con el objetivo que las empresas regionales lleguen a "estar de igual a igual ofreciéndole al usuario un servicio de calidad y en condiciones de competitividad.

"Estuvieron cerca de sacar un DNU, pero por suerte no lo hicieron", recordó Miguel Pichetto, al cierre del debate. Casualidad o no, ni bien se firmó despacho la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) habilitó la fusión entre Cablevisión y Clarín, el otro gran jugador del mercado. 

"Habrá una empresa grande nacional y otras que competirán", explicó Pichetto pero aclaró que no hay un cheque en blanco para estas últimas. "Tienen dos años por delante. La ley nunca está escrita en la piedra. Vamos a ver si ponen plata en superficie y si generan empleo en la instalación de fibra óptica".

Su bloque llevó de enero de 2019 a julio 2020 la fecha en la que Telefónica y Claro podrán brindar TV satelital y así brindar cuádruple play sin redes terrestres. Recién podrán hacerlo en 2022 en las comunidades con menos de 100 mil habitantes.

El único cambio en el recinto, pedido por la salteña María Cristina Fiore de Viñuales, fue una cláusula que precisa la prioridad de las pequeñas cooperativas en la adquisición de frecuencias de Arsat, que el proyecto original delegaba a secas en el mercado. 

La ley también habilita a las empresas de tecnología de información y comunicación (Tic) a usar infraestructura pasiva de sus competidores o de empresas de servicios públicos, pero con restricciones y previo convenio refrendado por el Ente de Comunicación (Enacom). 

Fue una exigencia del gobernador Carlos Verna, de La Pampa, donde las cooperativas de telecomunicaciones dominan el mercado. "Tenemos las mejores tarifas y les teníamos que ceder la infraestructura", la quejó la pampeana Norma Durango.

"Hay lugares donde la gente dice es mi propiedad y hago lo que quiero y otros donde le aclaran que no puede privar de un derecho a una comunidad", le había aclarado unos minutos antes Federico Pinedo, promotor de esta ley. 

"Queremos que la penetración de internet aumente sustancialmente y también la velocidad. El promedio de velocidad en la Argentina debe ser de 8 megas y en Europa de 20 megas", señaló el presidente provisional. 

Durango y Alfredo Luenzo (BJ), presidente de la Comisión de Sistemas y Medios, exigieron cuanto antes una ley de convergencia que regule contenidos, una promesa de Mauricio Macri en la apertura de sesiones que nunca concretó.

"Hay una deuda pendiente en el debate de los contenidos. El mundo legisla sobre los contenidos. Miremos Francia o Inglaterra. El mundo cuida sus medios públicos. Está bárbaro invertir en fierros, pero a ellos hay que ponerles contenido", exigió el chubutense. Ambos repudiaron los despidos de la agencia Telam.  

"Hace cinco o seis años que nos llega basura del exterior enlatada cuando antes exportábamos. Y tenemos a canales que le entregan horas y horas a iglesias que enloquecen a la gente", se quejó Pichetto más tarde. Lo escuchaba de cerca y entre risas Cristina Kirchner. 

La ex presidenta no habló pero fue a escuchar a sus pares Ana Almirón y Marcelo Fuentes, que hablaron de una ley para concentra el poder y favorecer al Grupo Clarín, dueño de Cablevisión. 

"Clarín no tiene aliados estratégicos: tiene socios ocasionales. Una vez que obtienen lo que quieren, los mata. Empiecen a cuidarse. Una vez obtenido lo que querían, van a ver lo que viene", le advirtió el neuquino, con Cristina al lado.