La coalición opositora Juntos por el Cambio protagonizó una semana marcada por la multiplicación de caminatas y recorridas ya en plan electoral, los mensajes internos a dirigentes para que se definan con qué sector jugarán en el 2023.

En ese marco, se prepara la cumbre partidaria del próximo martes, en un nuevo intento de dar una imagen de unidad entre  las diferencias y los posicionamientos individuales.

La aceleración de tiempos implicó la exigencia a muchos dirigentes para que aclaren con que sector se alinearán en 2023.

El caso paradigmático fue el Nicolás Massot: el extitular del bloque del PRO en Diputados era director hasta hace pocos días en el Banco Ciudad.

Tras varios pedidos del 'larretismo' para que se defina con quién jugará políticamente el año próximo, y la confirmación por parte de Massot de que estará finalmente con Patricia Bullrich y no con el jefe de Gobierno, el ex diputado tuvo que abandonar su silla en el directorio del banco público porteño.

El episodio marca el adelantamiento de tiempos electorales y un operativo que despliegan todos los candidatos –radicales y del PRO- para obtener apoyos y lealtades en todo el país.

La eyección de Massot también es un mensaje del larretismo al armador del PRO Emilio Monzó, con quien el alcalde intentó forjar una sociedad rumbo a 2023, por ahora sin éxito, y a quien ven actualmente muy cerca de los radicales.

Todo esto ocurre en paralelo al despliegue territorial de los candidatos, ya en formato de campaña, que tiene al conurbano como uno de los lugares donde se concentran las visitas de los postulantes a la Rosada.

El jujeño Gerardo Morales, gobernador de esa provincia y titular de la Unión Cívica Radical (UCR) nacional, ya estuvo en Vicente López y más recientemente, la semana que termina, en Lomas de Zamora y Esteban Echeverría.

Manes, mientras tanto, no abandona su formato de campaña: recorridas por el interior del país con bajo perfil, que esta semana lo llevaron a Formosa y Chaco, hablando de educación y ciencia y evitando involucrarse en debates sobre la coyuntura.

La próxima parada en cuanto a definiciones para el futuro será para la oposición el martes próximo, cuando se reúna la Mesa Nacional del espacio en la sede del PRO de la calle Balcarce y Belgrano, en el barrio porteño de San Telmo.

A la cita -prevista para las 16- concurrirán los principales dirigentes del PRO, la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y el Peronismo Republicano, en un nuevo intento de dar una imagen de unidad en medio de las internas y los posicionamientos individuales.

Desde el lado del PRO, en tanto, la provincia de Buenos Aires sigue presentando novedades en la ya poblada lista de aspirantes a reemplazar a Axel Kicillof en la gobernación provincial.

Los distintos referentes nacionales tienen candidatos amarillos caminando la provincia: Santilli es repaldado por Rodríguez Larreta; Javier Iguacel tiene el apoyo de Patricia Bullrich y Cristian Ritondo cuenta con el aval de María Eugenia Vidal.

También recorren el territorio más grande del país Néstor Grindetti, con el aval de Macri y confirmó también sus intenciones el jefe comunal de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, respondiendo al larretismo.